Las subas se desprenden del promedio de costos sobre los seis cortes que mide el Ipec. El año pasado, el país consumió un promedio de 47,8 kg por habitante, el menor peso anual desde 1920
El kilo de asado costaba alrededor de $590 hace un año y medio en Santa Fe. Actualmente, ese mismo corte se consigue en carnicerías de la provincia a $1.289, representando una suba del 118,4%.
Los números se desprenden del relevamiento que realiza mensualmente el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos sobre seis cortes. El aumento promedio en el período de análisis es del 127,9%. Lo encabeza el kilo de nalga, con un aumento del 129,98%, seguido por el cuadro con un 129,65%; más atrás la carne picada con un incremento del 156,7% y la paleta (114,68%).
En tanto, en el último año los cortes aumentaron en promedio un 64 por ciento. En mayo de este año (último relevamiento del Ipec), el kilo de asado costaba $1.289,89, contra los 790,84 del mismo mes del año pasado; una suba del 63%.
El costo de uno de los alimentos más preciados obliga a repensar la mesa y dieta de los argentinos. La situación se traduce en una caída estrepitosa en los niveles de consumo.
El año pasado se consumió en Argentina un promedio de 47,8 kg por habitante, registrando el menor peso anual desde hace 100 años. Debemos remontarnos hasta 1920 para encontrar un registro en el que se haya absorbido internamente un menor volumen de carne bovina per cápita.
En ese entonces, se había precipitado hacia la baja la ingesta nacional, alcanzando el mínimo histórico de 46,9 kg por habitante; 1 kg por debajo del 2021.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, señala que “si analizamos el consumo histórico (período 1914-2021), la ingesta promedio fue de 73,4 kg/hab/año, mientras que el promedio de los últimos 5 años fue de 54,5 kg/hab/año”.
“Estos guarismos, retratan parcialmente cómo se ha desarrollado el consumo nacional de carne bovina. Debemos tener en cuenta que desde comienzos de los años noventa, no se ha alcanzado un consumo equiparable a nuestro promedio histórico, permitiendo afirmar que la tradicional ingesta de carne bovina ha reducido su peso en las dietas de los argentinos”, concluyeron.
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EN ROSARIO LA CAÍDA INTERANUAL DEL CONSUMO DE CARNE FUE DE UN 30%
El titular de la Sociedad de Carniceros de Rosario, José García, señaló que el consumo de carne en Rosario disminuyó un 30% de forma interanual al tiempo que detalló que tanto la carne de pollo como la porcina no sacaron ventaja en cuanto a ventas respecto a la vacuna.
“Las ventas están tranquilas, el consumo está planchado. Todos los rubros experimentan caídas en sus ventas y nosotros tampoco podemos recuperarlas. Todo es tema del bolsillo de los argentinos”, subrayó en diálogo con LT8.
“Yo digo que el consumo se redujo un 30% más o menos y esa merma es uniforme en todos los sectores de la ciudad. Mi comercio está en el centro, en barrio Martin, pero lo mismo pasa en uno que está en barrio Las Delicias o en uno de la zona norte, la caída de ventas es igual. Incluso no es que hay un corte que se venda más que otro”, graficó García.
Por último, aclaró que la caída de las ventas en la carne vacuna no benefició a la de pollo o porcino: “Para todos los tipos de carne fue lo mismo. Es todo un tema de bolsillo”.