Yanina Martínez, ganadora de la medalla de oro en los Juegos de Río 2016, se prepara día a día en su vivienda gracias a la planificación de su entrenador Martín Arroyo y el esfuerzo de mamá Claudia y la hermana Tamara
La atleta rosarina Yanina Martínez, quien obtuvo una medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016, aprovecha la cuarentena por la pandemia del coronavirus para continuar con sus entrenamientos en su casa de cara a Tokio 2021, que se desarrollará entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre de 2021.
En diálogo con Noticias Argentinas, Martín Arroyo, entrenador de la rosarina de 26 años, explicó cómo lleva a cabo la preparación ante la postergación de los Juegos y remarcó que la decisión fue «acertada» porque «la prioridad es la salud».
«Ya se nos habían suspendido algunos torneos, las posibilidades de poder viajar eran bastante difíciles», manifestó Arroyo, y añadió: «Esta determinación nos da una igualdad de condiciones a todos, más allá de las ansiedades de los atletas, que estaban esperando este momento».
En cuanto a la preparación de Martínez, quien obtuvo plata y bronce en el Mundial de Dubai llevado a cabo en noviembre del año pasado, resaltó que «se mandó un plan de trabajo, en algunos casos con doble turno».
«Yani trabaja una rutina diaria de lunes a sábado con distintos ejercicios, se manda la planificación por escrito, se explica mediante un video para que no haya dificultad, y cuenta con la ayuda de su mamá Claudia y su hermana Tamara, como siempre», agregó.
Un verdadero «trabajo en equipo», según definió el entrenador: «Todos los días a las 17 hacemos una videollamada, un vivo en el que se da la clase, Tamara ayuda en la ejecución de los ejercicios y Claudia con el tema de la cámara para que podamos entrenar todos juntos», detalló.
En la misma línea, sostuvo: «Vamos a superar esta situación y tenemos que estar dispuestos a lo que venga para seguir rindiendo como año tras año, con la colaboración de la gente de siempre pero con una puesta en escena distinta».
Yanina sabe de hacer historia: hace tres años, en la cita paralímpica de Río de Janeiro, se colgó el oro en los 100 metros con una marca de 14s46 y cortó una sequía de 20 años sin medallas doradas para el país.
Por ese motivo, la ansiedad para intentar repetir el triunfo, ante la postergación, fue un tema a trabajar por Arroyo: «Cuando la situación se agravó, nos empezamos a dar cuenta que esto podía pasar y comenzamos a charlarlo anticipadamente».
«Buscamos que esa ansiedad se pueda convertir en trabajo, cambian los objetivos porque ahora nos espera un lindo y largo año», siguió.
Y concluyó: «Si hay algo que no le molesta a Yani es el trabajo, le encanta. Sólo queda entrenar para llegar a Tokio. Lo que estamos viviendo nos va a dejar un gran aprendizaje».