La implementación del voto vía correo postal para los argentinos residentes en el exterior en las próximas elecciones generales quedó a un paso de llegar a manos de la Cámara Nacional Electoral (CNE), luego de que el Poder Ejecutivo apelara la declaración de inconstitucionalidad dictada por la jueza federal María Servini.
El impulso fue dado por el Gobierno a través de una presentación realizada ayer ante el juzgado federal porteño con competencia electoral, que ahora deberá analizar si acepta la apelación y, en ese caso, remitir el expediente a la CNE para que resuelva si, como lo entendió la magistrada, la habilitación de la vía postal para votar resulta inconstitucional o si es considerada válida.
Fuentes oficiales informaron hoy a Télam que el eje central de la apelación al fallo -dictado el 29 de abril pasado por la jueza Servini- se funda en el hecho de que «ya en 1991 el Congreso había delegado en el Ejecutivo la potestad de definir de qué manera se garantizaría el derecho al ejercicio del voto de los argentinos en el exterior».
En este sentido, recuerda que la Ley 24.007, sancionada en octubre de 1991, procuró garantizar el derecho al voto para los argentinos que viven en forma «efectiva y permanente» en el exterior y que, para eso, en su articulo quinto, estableció que el Poder Ejecutivo sería el encargado de dictar la reglamentación para garantizarlo.
El pedido de declaración de inconstitucionalidad del Decreto 45/2019, dictado en enero pasado, que habilitó el voto vía correo postal para argentinos en el exterior, había sido presentado meses atrás por un grupo de legisladores opositores, entre ellos, las diputadas Graciela Camaño y Cecilia Moreau.
Según los registros oficiales, tan sólo tres de cada cien argentinos residentes en el exterior y en condiciones de votar, efectivamente lo hicieron en las elecciones presidenciales de 2015, lo que equivale a apenas 10.000 personas sobre un total de 360.000 en condiciones de sufragar.
«Es notorio que la implementación de la boleta única papel no alcanzó el objetivo que tenía la ley, que era lograr la participación efectiva de los ciudadanos argentinos residentes en el exterior en el ejercicio de su derecho a voto», señalaron las fuentes en relación al sistema vigente.
Desde la década del ’90, los argentinos que viven en el exterior pueden votar en las representaciones consulares más cercanas a sus domicilios habilitadas para ese fin, previa inscripción en el Registro de Electores Residentes en el Exterior.
Ahora, con el decreto dictado en enero pasado, estos ciudadanos tendrían, además de la opción de emitir su voto en los consulados (a través de una boleta única papel), la alternativa de sufragar vía correo postal.