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La cábala argentina: los años terminados con el número 1


Argentina ganó tres veces la máxima competencia sudamericana, pero de ellas sobresale netamente la de 1991, que tuvo lugar en Chile y llegó a feliz término de la mano de Alfio Basile, invicta y con un nivel superlativo

En años acabados en el número 1 la selección argentina ganó tres veces la máxima competencia para el área de Sudamérica, pero de ellas sobresale netamente la de 1991, que tuvo lugar en Chile y llegó a feliz término de la mano de Alfio Basile, invicta y con un nivel superlativo.

Semejante gesta, de la cual el 21 de julio próximo se cumplirán treinta años, reunió un notable crescendo de luminosas piezas que fueron encastrando hasta hacer cumbre en ese sobreentendido que la cofradía futbolera da en llamar «Un Equipazo».

De hecho, para botones de muestra, Leonardo Rodríguez fue premiado como el mejor jugador de la Copa, Gabriel Batistuta resultó el máximo anotador y la prensa especializada coincidió en destacar a Oscar Ruggeri como el defensor de prestación más elevada.

Pero vayamos por partes y según sugiere el orden cronológico.

Argentina coronó en 1921, en 1941 y en 1991, pero la primera de ellas ofreció la curiosidad de comprender nada más que cuatro representativos.

En esa quinta edición, jugada del 2 al 30 de octubre, a último momento Chile desistió de participar, pero sí se incorporó Paraguay, de reciente afiliación a la FIFA, y dueño del inmediato privilegio de vencer a la ya poderosa formación uruguaya.

Cada país designó un árbitro, de tal suerte que Argentina presentó a Gerónimo Rapossi, Brasil a Pedro Santos, Paraguay a Víctor Cabañas Saguier y Uruguay a Ricardo Vallarino.

Los seis partidos se jugaron en el estadio de Sportivo Barracas, cuyo aforo superaba las 37 mil ubicaciones, con un claro dominio de la Selección y sucesivas victorias a Brasil por 1-0, a Paraguay por 3-0 y a Uruguay por 1-0.

Goleador del torneo fue el rosarino Julio Libonatti (tres tantos), que por entonces militaba en Newell’s Old Boys.

Libonatti, «Potrillo» o «Matador», por cierto, hizo el gol que representó el título frente a Uruguay el 30 de octubre.

La formación albiceleste alistó a Américo Tesoriere; Miguel Delavalle y Emilio Solari; José Alfredo López, Florindo Bearzotti y Adolfo Celli; Pedro Colomino, Julio Libonatti, Gabino Sosa, Raúl Echeverría y Jaime Chavín.

Dos décadas después, del 2 de febrero al 4 de marzo de 1941, Argentina volvió a que quedarse con el Campeonato Sudamericano (16ª edición) que tuvo lugar en el entonces moderno Estadio Nacional de Santiago de Chile para 48.865 espectadores.

Nuevamente la selección se impuso en sus cuatro partidos: el 12 de febrero por 2-1 a Perú, el 16 por 6-1 a Ecuador, el 23 por 1-0 a Uruguay y el 4 de marzo por 1-0 a Chile, con un gol a los 28 minutos del segundo tiempo señalado por Enrique García, «El Chueco» o «El poeta de la zurda».

La formación base de Argentina reunió a Juan Alberto Estrada; José Salomón y Jorge Alberti; Eusebio Videla, José Pedro Batagliero y Roberto Sbarra; Adolfo Pedernera, José Manuel Moreno, Luis Arrieta, Antonio Sastre y Enrique García.

La conquista de 1991 devino de un doble desafío: cortar una racha de 32 años sin títulos y disimular la ausencia del mismísimo Diego Armando Maradona, por entonces suspendido por doping.

El entrenador Coco Basile dotó al equipo de una impronta ágil, equilibrada y no exenta de variantes en la generación de juego y notable contundencia con Claudio Paul Caniggia y Gabriel Omar Batistuta en clave celestial.

Rodríguez, Leo Rodríguez, se erigió en el mejor jugador del torneo afianzado en su perfil de entendedor, selector de tiempos y justeza en los pases.

También, como en tantos órdenes de la vida, un imprevisto modificó bruscamente el destino del propio Rodríguez y de la selección: el número 10 de Basile era Diego Latorre, pero el opaco debut del mediocampista ofensivo de Boca forzó una modificación de cosecha óptima.

En esa Copa, la del 91, cuando Argentina repitió coronación en Chile, ganó sus seis cotejos: 3-0 a Venezuela, 4-1 a Paraguay, 3-2 a Perú, 3-2 a Brasil, 2-0 a Colombia (goles de Diego «Cholo» Simeone y Batigol) y 1-0 a Chile, con otra anotación del notable santafecino nacido en Reconquista.

El campeón de América del 91, el que jugaba bien y lindo, formaba con Sergio Goycochea; Fabián Basualdo, Sergio Vázquez, Oscar Ruggeri y Carlos Enrique; Diego Simeone, Leonardo Astrada, Darío Franco y Leonardo Rodríguez; Claudio Caniggia y Gabriel Batistuta.

El plantel lo completaron los arqueros Fabián Cancelarich y Alejandro Lanari; los defensores Ricardo Altamirano, Fernando Gamboa y Oscar Craviotto; los mediocampistas Blas Giunta y Gustavo Zapata; y los delanteros Claudio García, Ramón Medina Bello y Antonio Mohamed.