La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó la estimación de producción de soja a nivel nacional a 46,5 millones de toneladas, 5,5 millones de toneladas menos que el mes pasado, y la de maíz fue reducida en 4,9 millones de toneladas a 35 millones de toneladas por la sequía que afecta a gran parte del área agrícola.
Además, proyectaron 440.000 hectáreas sembradas con oleaginosa menos y pérdidas en el «hectareaje» por más de 700.000 hectáreas.
«Comprometida por la falta de agua, el calor y el viento seco, el cultivo de soja en buena parte de la región pampeana se adentra en el llenado de granos en la peores condiciones de los últimos 10 años», indicaron desde la entidad.
En base a esto, explicaron que «la falta de agua se recrudeció en febrero y dejó en condiciones de estrés termo hídrico muy grave la definición del rinde de soja en regiones claves de Argentina».
«Esto ha afectado la soja de primera en sus períodos de floración, formación de vaina, y llenado de granos, avivando los abortos de flores, vainas y hojas. En la última semana, ya hasta en las zonas más favorecidas se observa un progresivo aumento de muerte de plantas. La soja de segunda que estaba saliendo de las etapas vegetativas, con raíces que no podían acceder a estratos profundos, ha mantenido un crecimiento a bajísimas tasas», agregaron.
Por el lado del maíz, la falta de agua y el estrés hídrico que afecta el cultivo en grandes regiones productivas del país se redujo en 9,1 quintales por hectárea (qq/ha) hasta los 64,4 qq/ha. por lo que la producción fue recortada en 4,9 millones de toneladas respecto a la medición de enero realizada por la entidad.
La falta de precipitaciones o el caudal escaso de las mismas durante los dos primeros meses del año «están desplomando las expectativas que había al principio de la campaña, y los cultivos tardíos tienen comprometido entre el 30 y 60% de su potencial de rinde», los cuales conforman 54,2% del área sembrada con dicho cereal.