Info General

La basura complicó las primeras horas de la búsqueda de Fiorella Furlán


Foto: Juan José García

Lo aseguró el secretario de Desarrollo Social de esa ciudad, Nicolás Mathieu, luego del hallazgo del cuerpo

Lo aseguró el secretario de Desarrollo Social de esa ciudad, Nicolás Mathieu, luego del hallazgo del cuerpo

El secretario de Desarrollo Social de Paraná, Nicolás Mathieu, aseguró que durante las primeras horas de búsqueda de la joven de 22 años que cayó con su auto a un arroyo de Paraná el sábado pasado, los buzos «no podían trabajar por la gran cantidad de basura» acumulada en el agua. Fiorella Furlán fue hallada este lunes sin vida en el río Paraná.

«Veían pasar gomas de autos, puertas de heladera, botellas de vidrio que con la velocidad de la corriente era un peligro para su integridad», aseguró en diálogo radial.

El cuerpo de la joven fue encontrado este lunes después del mediodía en el río Paraná, cerca de la arenera del barrio Bajada Grande, de la capital entrerriana. Familiares de la víctima reconocieron las prendas que llevaba al momento de caer al arroyo Antoñico.

El jefe de la Prefectura Naval Paraná, Eduardo Esquivel, había extendido la búsqueda este lunes por la mañana hasta las ciudades de Diamante, Victoria, Rosario y San Lorenzo.

Este mediodía, el joven kayakista Jerónimo Albornoz halló el cuerpo sin vida y a través de su cuenta en Instagram pidió comunicarse con los familiares de la víctima y las autoridades. Él se había sumado como voluntario en las últimas horas.

Tras el hallazgo, el cuerpo de Fiorella fue trasladado hasta el Club de Pescadores, desde donde fue llevado a la morgue de Oro Verde para realizarle la autopsia.

Foto: Juan José García

El secretario de Desarrollo Social local indicó que la lluvia acaecida, «que se promedia en dos meses y cayó en menos de 18 horas», provocó el «desborde automático» de las cuencas hídricas y arroyos. Asimismo, la «gran cantidad de basura hace que los desagües se tapen y en los arroyos entorpece el flujo normal del agua», y por eso «se elevaron los niveles» de los mismos, como el caso del arroyo Antoñico.

En ese sentido, remarcó que «los buzos tácticos que trabajaron en la búsqueda no podían realizar su trabajo porque veían pasar gomas de autos, puertas de heladera, botellas de vidrio y con la velocidad de la corriente era un peligro para su integridad».

*Foto: Juan José García