El proyecto «Caramba» basa su repertorio en puros temas propios. Trabajan una música ecléctica que pasa por el post-Rock, el indie y lo alternativo. Propone shows ambiciosos variando sus formatos y sumando diversas disciplinas en vivo. La banda está compuesta por Nicolás Loreto (voz y guitarra), Ignacio Ponce (Guitarra y coros), Franco Serafini (Bajo) y Daniela Martínez (batería).
La propuesta para este recital es quitar la visión del medio y a partir de la música intervenir los demás sentidos. Antes del recital se brinda un agasajo que induce la experiencia a partir de los sabores. Luego se acompaña al público con los ojos vendados hasta sus butacas pasando por aromas y texturas. A lo largo del espectáculo trabajan en simultáneo un equipo de 10 personas entre música, técnica e intervenciones.
CLG dialogó con los miembro de la banda que arrancan su serie de conciertos los domingos 6, 13 y 20 de octubre en el Cultural de Abajo (Entre Ríos 579).
— ¿Por qué decidieron hacer esta propuesta anulando el sentido de la vista?
— Fue por el simple motivo de que no participa la vista en ningún momento del espectáculo. Es disparador nos generó la posibilidad de trabajar con la estimulación sensorial desde otro lugar. Entonces nos replanteamos cómo percibimos lo que hacemos al no ver, y a partir de eso nos dimos cuenta que las canciones conllevan toda una atmósfera que puede tener temperatura, aroma, estados de ánimo y mucho más que simplemente los sonidos.
— ¿Costó mucho lograr el objetivo?
— Tuvimos un amplio abanico de cosas que la fuimos trabajando, a modo de prueba y error, e invitamos a gente que está vinculada al arte para que nos escuche. Ellos nos daban su devolución hasta que terminamos armando este equipo de once personas, que nos dividimos las tareas.
— Lo bueno es que salen de lo convencional de las bandas rosarinas.
— Siempre tratamos de esquivar un poco de ir a tocar a algún bar, si bien lo hacemos, pero intentamos meter algunas cosas. Años atrás estaba la «Revuelta» e invitábamos a solistas, a expositores de pinturas o algunas chicas que bailaban en alguna disciplina. Armamos una especie de evento multidisciplinario.
— Entonces lo definimos más como un evento cultural, más que un simple recital.
— Tal cual, la idea es innovar y crecer. Nos encontramos con unos sonidos increíbles y experimentamos hacer muchas cosas con la música.
— ¿Cómo reacciona el público?
— Se ve muy poco porque trabajamos en penumbras. Si bien hay que trabajar en ese momento, también está detrás la gente que trabaja con nosotros, y por lo poco que podemos ver, las reacciones son muy legítimas.
— ¿Cómo se definen?
— Somos amigos que nos encontramos por la misma necesidad de seguir explorando estas expresiones artísticas. Cada uno de nosotros está en su búsqueda musical, pero los demás son artistas que vienen de otras ramas y siguen innovando y nos motivan a seguir ese trayecto.
Foto: Gentileza Aldana Caviglia