Los estudios para detectar la enfermedad en la mama habían descendido un 61,8%; para cuello de útero, un 63%, y para cáncer colorrectal, un 70%
Por Natalia Concina – Télam
Los estudios para la detección de tres tipos de cáncer (mama, útero y colon) se duplicaron durante 2021 respecto de 2020 pero continúan entre 19 y 48 por ciento menos que los niveles prepandémicos, informaron a Télam desde Instituto Nacional del Cáncer (INC).
«Durante 2021 se retomó la estrategia de tamizaje en todo el país y si bien no se recuperaron las estadísticas registradas en prepandemia, la reducción respecto de 2019 de las mamografías fue sólo del 19,4%, de los test de VPH/citología del 29% y de los test de sangre oculta en materia fecal del 48% con variaciones en cada jurisdicción», describió la oncóloga Verónica Pesce, directora del INC.
En el 2020 los estudios que sirven para detección de estos tres tipos de cáncer habían caído mucho más respecto de 2019: según los registros del Sitam (Sistema de Información para el Tamizaje), los procedimientos de tamizaje para cáncer de mama habían descendido un 61,8%; para cuello de útero, un 63%, y para cáncer colorrectal, un 70%.
Si bien el INC alertó que estos datos pueden no reflejar exactamente la realidad -ya que pudo haber una disminución del personal para la carga de la información o bien una notificación en sistemas provinciales que no se hayan volcado en el SITAM que es un registro nacional-, la información es consistente con los testimonios de especialistas durante los primeros meses de la pandemia, en el 2020.
«Para analizar los valores actuales hay que comprender que todavía estamos transitando la pandemia, y esto impacta no sólo en el temor de la gente de acercarse o no a realizar sus estudios, sino también en la capacidad de respuesta que tiene el sistema sanitario», indicó Pesce, para quien «la recuperación seguramente la estaremos viendo durante este 2022».
La oncóloga y actual funcionaria del INC describió que «la situación varía según dónde se realiza el estudio: no es lo mismo el papanicolau o incluso la posibilidad de autotest para la detección del cáncer cervicouterino, que se puede realizar en el primer nivel de atención, que la complejidad que requiere tener un mamógrafo o realizar una videocolonoscopía, que se realiza en el segundo nivel de atención».
En referencia al impacto real de la pandemia de coronavirus en la detección y el tratamiento de todos los tipos de cáncer, la especialista indicó que «requerirá un tiempo de evolución mayor poder dimensionarlo» , aunque agregó: «Por supuesto, estos indicadores permiten hacer una lectura rápida para guiarnos en la acción; pero con el tiempo se podrá hacer una lectura más profunda».
En este sentido, más allá del acceso a estos primeros estudios, Pesce señaló que «aún antes del inicio de la pandemia, una de las cuestiones que más preocupan al INC es poder asegurar el continuo cuidado que sigue a cualquier tamizaje en cáncer».
Y continuó: «Esto es poder garantizar que las personas con estudios de tamizaje sospechosos puedan acceder a biopsias diagnósticas y a los tratamientos adecuados, de calidad, y en el tiempo adecuado».
Si bien la recomendación es realizar controles para la prevención de cualquier enfermedad, Pesce insistió en la importancia de hacer estos estudios (pap o test de HPV, mamografías y búsqueda de sangre oculta en materia fecal o colonoscopía) para estos tres tipos de cáncer para los que el INC tiene programas específicos que incentivan los tamizajes debido a la gran evidencia científica de la posibilidad de prevención y detección temprana de tumores, y su consecuente impacto con la sobrevida del paciente.
Según las estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), a partir de los datos producidos por registros de cáncer de base poblacional del país, en Argentina ocurrieron 130.878 casos nuevos de cáncer en ambos sexos en el año 2020.
Considerando todos los sitios tumorales -a excepción del cáncer de piel no melanoma- (126.818 casos), la tasa de incidencia ajustada por edad fue de 212,4 casos por 100 mil habitantes, cifra que posiciona a la Argentina dentro de los países del mundo con incidencia de cáncer media-alta (rango 181,1 a 248,3 por 100 mil habitantes).
Respecto de los países de América Latina, la Argentina se ubica en quinto lugar en términos de frecuencia, subiendo dos posiciones respecto al año 2018
La distribución de los casos según los principales sitios tumorales muestra que el cáncer de mama, con 22.024 casos, fue el de mayor magnitud en 2020, al representar el 16,8% de todos los casos nuevos y el primero en mujeres.
En segundo lugar se ubica el cáncer colorrectal, con 15.895 casos nuevos -el12,1% del total-, en tanto, en tercer lugar está el cáncer de pulmón, con 12.110 casos nuevos, que concentran el 9,3% del total.
Respecto de la distribución por sexos, en los varones la mayor incidencia estuvo dada por el cáncer de próstata, con una ocurrencia de más de 11.686 casos anuales, que representaron el 18,7% de todos los tumores malignos en este grupo, con una tasa estandarizada por edad de 42 casos por cada 100 mil varones.
En las mujeres, la mayor incidencia estuvo dada por el cáncer de mama, con 22.024 casos anuales, lo que representó el 32,1% de todos los tumores malignos en este grupo, con una tasa ajustada por edad de 73,1 casos por cada 100 mil mujeres.