El aumento del 21% podría implementarse desde el próximo mes o a más tardar el 1° de marzo. El nuevo tributo aparecerá como un cargo extra que aplicará de manera automática la tarjeta de crédito con la que se paga el servicio.
Apenas iniciado el año nuevo, la AFIP comenzó a trabajar en la reglamentación de los distintos capítulos de la reforma impositiva. El trabajo que tienen por delante los técnicos encabezados por Alberto Abad es muy vasto y por eso prevén que los primeros resultados recién estarán disponibles a partir de febrero.
Según estiman en el organismo recaudador, lo más probable es que primero quede terminada la forma de aplicación del 21% de IVA sobre los servicios digitales adelantó este lunes Ámbito Financiero.
Si estos plazos se confirman, a partir del mes próximo o a más tardar desde el 1° de marzo los usuarios de servicios como Netflix o Spotify tendrán que pagar un 21% más caro su abono mensual.
Esto significa que para el caso de Netflix, por el abono básico que cuesta 129 pesos habrá que pagar un total de 156 pesos, con un incremento de 27 pesos. Para escuchar y descargar música, el abono premium de Spotify pasará de 103,50 pesos a 125 pesos.
El pago del impuesto en realidad no quedará incorporado al precio del servicio, ya que la empresa proveedora no lo incorporará a su factura ni lo absorberá. El 21% aparecerá como un cargo extra que aplicará la tarjeta de crédito mediante la cual se paga el abono, que actuará como agente de retención. Por eso es que la reglamentación en esta etapa será más sencilla. Lo que requiere como tarea adicional a la normativa específica es permitir la adecuación de los sistemas informáticos de los bancos emisores de los plásticos.
Ninguna de las dos empresas informa datos sobre cantidad de suscriptores en el país. Consultada sobre este punto, la agencia de prensa que representa a Spotify se limitó a precisar que cuenta con «más de 140 millones de usuarios activos y más de 60 millones de suscriptores a nivel global». Los primeros son los que usan el servicio con cuentas gratuitas. Los segundos los que pagan un abono.
En cuanto a Netflix, la situación es similar: la agencia local de prensa se excusa de aportar información sobre su actividad en Argentina. En algunos sitios especializados se estima en más de 115 millones la cantidad de suscriptores en todo el mundo. Igual, los expertos calculan que en Argentina cuenta con un piso de 1 millón de suscriptores pagos.
La iniciativa de Hacienda para cobrarles el IVA por los servicios que prestan en el país pero facturan en el exterior sin pagar impuestos en Argentina, aseguran en AFIP, busca generar igualdad de condiciones con otras empresas locales que prestan servicios similares y tributan todos los impuestos. De ser así, el objetivo no sería recaudatorio porque las sumas en juego no son representativas para el Fisco.
Sin embargo, la medida sí puede tener impacto en el bolsillo de los consumidores, sobre todo si al 21% de IVA se le suma posteriormente la aplicación de Ingresos Brutos (entre 3%y 4% adicional) como plantearon algunos distritos, como Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires.
En la lista de empresas que quedarán alcanzadas no están solamente Netflix y Spotify. También quedarán gravados con el IVA los pagos que se hagan en el país por servicios provistos por compañías enroladas en la «economía colaborativa» como las plataformas de alojamiento Airbnb y Homeaway; la venta de aplicaciones y juegos a través de Itunes y Google Play; la plataforma de citas Tinder; la suscripción a periódicos extranjeros como New York Times; la facturación de servicios de publicidad y promociones en redes como Facebook, Twitter y Youtube; entre muchos otros.
El comercio digital abarca una amplia variedad de rubros, con marcas menos conocidas pero que operan con el mismo esquema que les permite no tributar por lo que facturan en el país. Hay servicios de diagnóstico médico online, educación a distancia, juegos de azar, soporte técnico en línea, accesos a bases de datos, subastas, entre otros.