La economía inició el año con una pronunciada caída del 5,7% en comparación con igual período de 2018 y alcanzó la novena baja interanual consecutiva, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con relación a diciembre pasado, la actividad registró una ligera recuperación del 0,6%, siempre de acuerdo con las cifras oficiales.
La contracción de enero es la novena interanual consecutiva, aunque mostró una desaceleración respecto del derrumbe del 6,6% de diciembre y del 7,5% de noviembre.
De acuerdo con las cifras del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), la leve recuperación de enero es el segundo signo positivo consecutivo después del 1% de diciembre pasado.
Según el sondeo oficial, la contracción se produjo por las fuertes caídas en el consumo, la industria manufactura, la construcción y la intermediación financiera, compensada parcialmente por la actividad agropecuaria y la pesca.
Los índices de consumo en el comercio mayorista y minorista lideraron las fuertes caídas del indicador, con una baja del 12,3%, y fue seguida por un 10,1 de contracción en la industria manufacturera durante el primer mes. También sufrieron una fuerte contracción la industria de la construcción, que registró una baja del 7,8% y la actividad de los bancos y compañías financieras con una disminución del 7,6%.
Se sumaron a la merma productiva de enero, el transporte y las comunicaciones con una disminución del 5,2%; el consumo de la electricidad, gas y agua que bajó un 4,8% y las actividades inmobiliarias empresariales y de alquiler que registraron una variación negativa interanual del 3%.
En menor medida sufrieron el impacto de la virtual recesión económica la actividad de servicios comunitarios y sociales con una baja del 2,7%; la explotación de minas y canteras que disminuyó un 0,7% y un retroceso del 0,5% en la administración pública y defensa.
De los 16 rubros económicos que son relevados por el EMAE, únicamente tres mostraron crecimiento y contribuyeron en forma importante a que la caída del nivel de actividad no fuera más alto.
La actividad de la agricultura, ganadería, casa y silvicultura creció un 8,9% mientras la industria pesquera aportó otro 10,2% de recuperación y el sector de la enseñanza mejoró un 1,3%.