El gobernador de Buenos Aires formó parte de la conferencia de prensa que anunció las nuevas modalidades de la cuarentena. "No operen con los lobby", advirtió, y dijo que seguirán priorizando la salud
Después de anunciar la cuarta fase del aislamiento preventivo, social y obligatorio, el presidente Alberto Fernández le cedió la palabra a los mandatarios que lo acompañaban, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Este último dio un fuerte discurso apuntando a quienes piden abrir la economía a costa de la vida de la gente y confirmó que seguirá la cuarentena en su territorio.
«Estamos terriblemente orgullosos de todo el esfuerzo que se hizo en el país. Y siento mucho orgullo por tener un presidente que tempranamente eligió el camino de la prevención de todos los argentinos», comenzó diciendo Kicillof, y dijo que «un aprendizaje de esta cuarentena y pandemia es que la mejor vacuna es, por una lado, las medidas de seguridad e higiene, pero, por otro, la solidaridad, el Estado presente y la unidad muy fuerte de la dirigencia política».
Axel habló de la ampliación del sistema sanitario en la provincia de Buenos Aires, al indicar que de 422 camas de terapia intensiva ahora cuentan con 976 en los hospitales provinciales, mientras que se llevaron a cabo 125 obras de ampliación. «Lo que necesitamos al principio de la pandemia no lo teníamos, pero ahora la provincia cuenta con muchas mejores condiciones», pronunció, y resaltó la tarea de cada trabajador.
«No podemos confiarnos, la enfermedad está contenida pero no controlada, y un error se paga con vidas», expresó Kicillof, por lo que confirmó que «sigue la cuarentena en la provincia de Buenos Aires» de la misma manera que venía hasta ahora, sin flexibilizarse como sucederá en las restantes provincias del país. «Nos toca seguir en casa», señaló.
Por otro lado, habló del territorio extenso de Buenos Aires y su densidad demográfica, puntualizando que concentra el 54% del PBI industrial del país y el 60% de las personas por debajo de la línea de la pobreza. «Hay muchísima riqueza pero también situaciones de vulnerabilidad social muy grave», lamentó.
«Nuestra mirada está destinada a la producción, más que al esparcimiento o el consumo, porque en nuestra provincia se concentra buena parte de la producción del país y si se empieza a consumir y no produce Buenos Aires, habrá problemas de desabastecimiento y precios», argumentó.
El gobernador bonaerense explicó que cada intendente deberá solicitar la apertura de distintos sectores productivos para luego ser supervisados por la Jefatura nacional. Al mismo tiempo, hizo énfasis en el transporte público, donde pidió que sólo viajen los trabajadores esenciales. Y comentó que también se habilitarán los comercios barriales de cercanía, nuevamente a pedido de los mandatarios municipales.
«No podemos dudar que tenemos en la República Argentina un enorme éxito en términos de administración de una enfermedad tan compleja. Por eso, cuidémoslo, no nos pongamos en riesgo, no seamos ansiosos y no operen con los lobby porque por más que nos empujen vamos a seguir haciendo que lo único que tenemos que hacer: cuidar a los bonaerenses», cerró Kicillof.