La tenista alemana Angelique Kerber venció este sábado a la estadounidense Serena Williams por 6-3 y 6-3 en el tercer Grand Slam del año y logró su primer torneo de Wimbledon. El encuentro duró poco más de una hora. En 2016, la final había sido con las mismas protagonistas pero en esa oportunidad, Williams había conseguido la corona. Desde 1996, con Steffi Graf, que una tenista alemana no ganaba en el certamen.
Serena buscó, a los 36 años y tras ser madre hace casi un año, sumar su octavo título en Wimbledon. Sin embargo, la alemana evitó que lo logre ganando un gran partido. La antigua número 1 mundial, actual 181ª de la WTA, se vio totalmente desbordada por la alemana de 30 años, décima en el ránking mundial.
Kerber, cuyos dos únicos títulos del Grand Slam eran los Abiertos de Australia y de Estados Unidos de 2016, controló muy bien el partido desde el principio, neutralizando la mejor arma de Serena, el saque, que llegó a romper en cuatro ocasiones.
Following in great footsteps 🇩🇪@AngeliqueKerber beats Serena Williams 6-3, 6-3 to become the first German to win a #Wimbledon singles title since Steffi Graf in 1996 🏆#TakeOnHistory pic.twitter.com/UwmpYbXZyR
— Wimbledon (@Wimbledon) July 14, 2018
«Es un sueño hecho realidad», dijo al borde del llanto Kerber, que había perdido la final de 2016 precisamente ante Serena. Hace varios años que el récord de la australiana Court, estrella en los 60 y 70, es el gran objetivo de la mayúscula carrera de la pequeña de las Williams.
Tras perder el número 1 ante Kerber en 2016, a principios de 2017 Serena recuperó el trono en Australia al lograr su 23º título mayor, cuando ya estaba embarazada. Fue su último torneo antes de dar a luz en septiembre a Olympia en un parto en el que su vida corrió peligro, según explicó meses más tarde.