Daniel Erbetta, presidente de la Corte Suprema de Santa Fe, sostuvo que la condena genera "un grado de incertidumbre para todos los ciudadanos"
El titular de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta; y la ex fiscal federal y ex vicegobernadora de la provincia Griselda Tessio rechazaron la condena impuesta por el Tribunal Oral Federal 2 a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, al señalar que se trató de un proceso «con motivaciones políticas»
En declaraciones periodísticas, Erbettta, titular del máximo tribunal provincial, afirmó que “el juicio fue un desastre» y habló de «acuerdos mediáticos con sectores colonizados del Poder Judicial para armar persecuciones políticas».
Erbetta agregó que la condena genera «un grado de incertidumbre para todos los ciudadanos», en declaraciones formuladas a la Radio 2 de Rosario.
«En la faceta procesal el juicio fue un desastre en la forma en la que fue tramitado, no puedo creer que fiscal y jueces tengan tan poca pericia», dijo.
También tildó de «bochornoso» el hecho de que el presidente del Tribunal Oral Federal 2, Rodrigo Giménez Uriburu, haya aparecido en las audiencias virtuales con un mate del Liverpool, nombre del equipo con el que jugaba al fútbol en Los Abrojos, la quinta del expresidente Mauricio Macri.
«Eso solo justificaba el apartamiento inmediato, porque hay un estándar internacional: ¿Qué garantía tengo yo con un juez que actúa de esa manera?», reflexionó Erbetta.
Por su parte, la ex vicegobernadora de Santa Fe y exfiscal federal, Griselda Tessio, afirmó que «el único fundamento» de la condena a Cristina Fernández de Kirchner «es político», e indicó que no se tuvieron en cuenta «una enorme cantidad de pruebas».
«Estoy convencida de que había que proscribirla. Tanto es así que el Tribunal desechó el delito de asociación ilícita porque era un absurdo impresionante», argumentó.
Al hablar por la radio LT9 de Santa Fe, Tessio sostuvo que en sus 23 años de justicia federal «esto resulta nuevo» y afirmó que la Justicia atraviesa una «crisis terminal, por lo menos la de Capital Federal».
«Cuando una corporación se acostumbra a que sus conductas no sean juzgadas por nadie, a que sus cargos sean vitalicios y no se los pueda tocar, a que no pagan impuestos como el resto de los mortales, a pesar de ganar cifras millonarias, se conforma un grupo que sabe que representa al poder», concluyó.