Un testigo del jucio por el crimen de Paulina Lebbos, la joven asesinada en Tucumán en 2006, denunció este martes nuevamente amenazas y aprietes por parte el ex jefe de policía Hugo Sánchez, quien ya se encontraba detenido por su accionar amenazante durante el debate.
Fernando López Vázquez Carranza, quien era detector de criminalística, cuando la joven fue asesinada, fue citado nuevamente por el tribunal para ampliar su declaración y a someterse a un careo con Sánchez, y en ese contexto volvió a denunciar aprietes y amenazas por parte del imputado.
La medida fue dispuesta por los jueces Carlos Caramuti (presidente), Rafael Macoritto y Dante Ibáñez a pedido del abogado del imputado, Alejandro Biagosch.
Sánchez se encuentra detenido desde abril pasado en la sede de la Policía Federal donde deberá permanecer hasta que finalice el juicio.
En esa oportunidad, Vázquez Carranza denunció por primera ante el tribunal, que el abogado Enrique Andrea Barone que llevaba la defensa en ese entonces del ex jefe de policía, le envió mensajes amenazadores por medio de Whatsapp. Por ese motivo, también fue separado de la defensa Andrea Barone y en su lugar asumió Biagosch.
Durante la audiencia de este martes, el testigo denunció «Sánchez tiene acceso a medios electrónicos de comunicación en su lugar de detención».
«No puedo vivir tranquilo, Sánchez manda gente al colegio de mis hijos a vigilarlos y me siguen todo el tiempo por la calle», agregó. Además, declaró que el abogado Biagosch «quiso que firme un acta que beneficiaba a Sánchez», en donde se retractaba de las denuncias ralizadas en la audiencia anterior sobre las amenazas. Antes estas nuevas denuncias de amenzas los jueces resolvieron introducir el acta a la que hizo referencia el testigo como prueba del juicio.
Por el momento, en el juicio, además de Sánchez, hay cuatro acusados por el encubrimiento del crimen de Lebbos, ex funcionarios del gobierno de Alperovich.
Se trata del ex subjefe Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; y el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, como así también el ex policía Hugo Waldino Rodríguez. En tanto, el sexto acusado es Roberto Luis Gómez, quien está siendo juzgado por la «privación ilegal de la libertad» y el «homicidio» de la joven.
El 26 de febrero de 2006, Paulina (23) salió de un boliche de la zona conocida como el ex Abasto, en la capital tucumana, adonde había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado. Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de ese día, ambas jóvenes se subieron a un remís color bordó y mientras Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio aunque nunca llegó a destino.
Al cabo de 13 días de su desaparición, la joven fue hallada asesinada al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.