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Jueza salteña, que condenó a femicida, le escribió una emocionante carta a los hijos de la víctima


De esta manera, la jueza se dirigió a los hijos de Vique, a través de una carta que agregó a los fundamentos de su sentencia

Una jueza que la semana pasada condenó a prisión perpetua a un hombre por el femicidio de su pareja en Salta le escribió una carta a los hijos de la víctima en la que les habla de su mamá y les asegura que siempre pensó en ellos.

“Durante el juicio, escuché muchas personas que hablaron muy bien de su mamá, dijeron que era muy querida por todos en su trabajo, que fue una alumna dedicada en la escuela, que era una buena compañera”, dice la carta escrita por Mónica Faber, jueza de la Sala V del Tribunal de Juicio salteño.

Luego, sostuvo: “Dijeron que siempre pensaba en ustedes y que le hubiera gustado hacer un viaje en crucero alguna vez”, y agregó que sabe que la víctima, Lorena Vique (37) «tuvo muchos obstáculos en su vida, pero logró grandes cosas”.

De esta manera, la jueza se dirigió a los hijos de Vique, a través de una carta que agregó a los fundamentos de su sentencia.

Faber condenó el 20 de octubre pasado a Julio César Calisaya (36) a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor del delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo -relación de pareja previa- y por mediar violencia de género.

Calisaya fue condenado por el femicidio de Vique, ocurrido el 8 de julio del año pasado, cerca de las 11 de la noche, en las márgenes del río Vaqueros, a 11 kilómetros al norte de la capital salteña.

Esa noche, la vida de los tres hijos de Vique cambió abruptamente.

El mayor de ellos, de 20 años, tuvo la fortaleza suficiente para representar a sus hermanos a lo largo del proceso judicial, e incluso declaró y escuchó los testimonios durante los tres días.

“Lamento profundamente lo que pasó. Posiblemente, les lleve toda la vida entenderlo y quizás, aun así, nunca lo puedan comprender del todo”, expresó la jueza, quien agregó: “Espero que, pidiendo toda la ayuda que necesiten y cuando lo necesiten, puedan seguir adelante, recordando lo lindo del amor familiar que recibieron cuando ella estaba”.

Luego, sostuvo: “Deseo que puedan darse cuenta que la gente que uno ama y que nos amó nunca se va del todo” y les contó que el hermano mayor “estuvo en representación de ustedes durante estos días y escuchó con mucha fortaleza todos los testimonios”.

“Debe haber sido muy difícil para él, pero estoy segura que lo hizo para cuidarlos y para defender la memoria de su mamá”, explicó Faber, tras lo que comentó que escuchó a Calisaya “pedir perdón por lo que hizo”.

En este sentido, detalló que “llorando desconsoladamente”, dijo que “nunca quiso hacerles daño a ustedes, a su mamá y a su abuela” y que “sabe que nada va a ser igual y se mostró arrepentido”.

Para cerrar la carta, Faber citó a Albus Dumbledore, un querido personaje de la saga de Harry Potter, escrita por J.K. Rowling, cuando decía: “en mí no tan humilde opinión, las palabras son nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo”.

Y finalizó con un deseo para los tres: «que puedan seguir adelante, y que si alguna vez necesitan perdonar puedan hacerlo».

Los dos hijos mayores de la mujer, de 20 –que fue querellante en el juicio- y 18 años, son de una pareja anterior, aunque mantenían una relación de padre e hijos con Calisaya, que solo tuvo una niña de 11 años con Vique.

La noche del hecho, los policías alertados por testigos llegaron al sector de los juegos recreativos y observaron una mujer tendida en el suelo, con manchas de sangre en la cara, el cuero cabelludo y las prendas de vestir.

A su lado estaba el imputado, sujetando un cuchillo a la altura de su cuello, amenazando con suicidarse, y les manifestó a los policías que la estaba matando porque ella le «fue infiel».

Calisaya logró ser detenido y la víctima falleció antes de llegar al hospital San Bernardo, por shock hipovolémico por heridas de arma blanca.

De acuerdo con los médicos, Vique tenía alrededor de treinta lesiones cortantes, penetrantes y escoriaciones.

LA CARTA COMPLETA:

Salta, 24 de octubre de 2022

S., E. y M.:

Mi nombre es Mónica y soy la jueza que tuvo que conocer y decidir en el juicio que se hizo en contra de Julio César Calisaya por el homicidio de su madre, Lorena Beatriz Vique.

Durante el juicio, escuché muchas personas que hablaron muy bien de su mamá, dijeron que era muy querida por todos en su trabajo, que fue una alumna dedicada en la escuela, que era una buena compañera. Dijeron que siempre pensaba en ustedes y que le hubiera gustado hacer un viaje en crucero alguna vez. Sé que tuvo muchos obstáculos en su vida pero logró grandes cosas.

Lamento profundamente lo que pasó. Posiblemente, les lleve toda la vida entenderlo y quizás, aun así, nunca lo puedan comprender del todo.

Espero que, pidiendo toda la ayuda que necesiten y cuando lo necesiten, puedan seguir adelante, recordando lo lindo del amor familiar que recibieron cuando ella estaba. Deseo que puedan darse cuenta que la gente que uno ama y que nos amó nunca se va del todo.

También les cuento que S. estuvo en representación de ustedes durante estos días y escuchó con mucha fortaleza todos los testimonios. Debe haber sido muy difícil para él, pero estoy segura que lo hizo para cuidarlos y para defender la memoria de su mamá.

Respecto de Julio, les quiero contar que lo escuché pedir perdón por lo que hizo. Dijo llorando desconsoladamente que eran de corazón, que nunca quiso hacerles daño a ustedes, a su mamá y a su abuela. Sabe que nada va a ser igual y se mostró arrepentido.

Se los cuento y se los escribo porque, como Albus Dumbledore le dijo a Harry Potter: “En mi no tan humilde opinión, las palabras son nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo” .

Espero que puedan seguir adelante y, si alguna vez, necesitan o quieren perdonar, puedan permitírselo.

Les mando un abrazo.