Virginia Gómez prepara meriendas y cenas en su casa de Cabin 9 para ayudar a los que menos tienen en épocas críticas. Solidaridad plena en medio de la pandemia
Su lugar es la cancha de fútbol, pero quizás más lo sea su barrio. Pasaron sólo diez meses desde que fue elegida para jugar un Mundial y representar al país, nada menos que en Francia: evento que una inédita cantidad de argentinos siguió por televisión y sufrió contemplando el camino de la selección argentina de fútbol por el mismo. Hoy Virginia Gómez, que juega en el lateral derecho del primer equipo femenino de Central, se esfuerza como en la césped pero en Cabin 9, donde vive y le pone el cuerpo a la difícil situación que atraviesan las personas más necesitadas. Todo eso, apoyado en su dedicación y solidaridad.
Gómez es la capitana del equipo canalla y en las últimas horas comenzó a hacer público un pedido de ayuda para la gente carenciada del barrio. Junto a toda su familia, se dispone a hacer meriendas y cenas para repartir a quienes más lo necesitan.
Las imágenes que recorrieron las redes muestran a la futbolista y a sus familiares en el patio de su casa, amasando y cocinando alimentos que luego serán donados a personas en situaciones vulnerables. La idea es hacer un reparto de forma periódica, y es por eso que también necesitan de la ayuda de la población para hacerse de insumos.
Gómez atiende a CLG y cuenta cómo surgió la iniciativa. Además, expresa qué es lo que necesitan para seguir aportando su ayuda en épocas difíciles para el barrio: “Todo empezó porque mi cuñada ayudaba en un merendero cerca de acá (Cabin 9), y al ver que la gente realmente iba y necesitaba tener algo para comer, comenzó a hacerlo en el patio de casa”.
“Yo estoy trabajando ahora con familiares de mi pareja. La gente colabora y eso es muy bueno porque si no realmente no podríamos hacerlo. Armamos cenas y meriendas, así que todo lo que podamos juntar nos viene bárbaro: azúcar, yerba, harina, mate cocido, leche, sal, arroz, fideos, condimentos, puré de tomate, pan, facturas, galletitas o ropa. Todos nos sirve y todo será para ayudar a los demás. Con lo que puedan colaborar nos ayudarán mucho”, explica.
Hasta este fin de semana, los trabajos de Gómez y su familia ayudaban a aproximadamente 200 personas. “El número va creciendo día a día”, sostiene. Y agrega: “Me encanta todo lo que sea ayudar. Y mucho más a la gente que realmente lo necesita. Es una satisfacción preciosa, más linda que la de ganar un partido”.
Cómo colaborar con la causa
Intentan poder continuar con esta actividad al menos tres veces por semana. Para ello es necesario que no falten los productos, ya que es algo realizado de forma desinteresada por una familia con apenas la ayuda de vecinos que están en la misma situación.
Se puede colaborar llamando al 341 3493704. El lugar donde está llevándose a cabo esta acción es Aromos 232 (Cabin 9).
Virgina Gómez, jugadora
En el marco del aislamiento, todos los deportistas se la rebuscan para intentar entrenarse y mantenerse en forma. Claro que esta no es la excepción: “Estoy bien, pero ya necesito volver al club. Extraño estar en una cancha con mi gente, mis compañeras y el cuerpo técnico”.
“En cuanto al fútbol femenino, la actualidad es muy buena. Es verdad que estamos todavía creciendo, pero vamos muy bien. Estamos haciendo lo que amamos y vemos que cada vez somos más. Es importante también que las más chiquitas tengan hoy un club donde formarse. Eso es hermoso”, completa.
Pasaron pocos meses desde la histórica participación de la selección argentina en el Mundial de Francia. No se coronó con el título, pero sí con miles de argentinos detrás del televisor y con un recibimiento emocionante en el aeropuerto para las jugadoras que, sin dudas, quedará en el recuerdo. “Es increíble pensar que jugué un Mundial. Pienso en eso y se me llena el alma de alegría y orgullo”, apunta.
“Logré algo que veía muy lejos y gracias a eso me di cuenta de que nada es imposible si te lo proponés y luchás todos los días”, cierra Gómez, que hoy deja descansar sus piernas y activa sus brazos para dar una mano y trabajar duro para quienes más lo necesitan.