Política y Economía

Jubilados y trabajadores: el hilo más delgado por donde corta el poder


El gobierno nacional, en busca de financiamiento, tomó más de 76 mil millones de pesos de la Anses. Mientras, se esperan gestos de la clase política

El gobierno nacional, en busca de financiamiento, tomó más de 76 mil millones de pesos de la Anses. Mientras, se esperan gestos de la clase política

En tiempos de emergencia económica, los sectores más vulnerables de la sociedad no encuentran descanso. Los jubilados y los trabajadores siguen siendo el hilo más delgado por donde el poder históricamente elige cortar para intentar conseguir financiamiento.

Hoy, y una vez más, los jubilados se están haciendo cargo de la crisis, por cuanto se les quitó la movilidad y aquellos que cobran más de 20 mil pesos no han recibido por el momento ningún aumento. A esto se suma que ayer se supo que el gobierno nacional tomó más de 76 mil millones de pesos de la Anses para solventar sus gastos.

En este escenario, no supone una insensatez ni medida injusta que se hayan actualizado las retenciones, lo que también calentó el ambiente en el sector del agro.

Cabe señalar que la decisión de tomar dinero de la Anses se formalizó por medio de una resolución conjunta de las Secretarías de Finanzas y de Hacienda, publicada este viernes en el Boletín Oficial. Las Letras, por un total de 76.323.532.130 millones de pesos, tienen como fecha de emisión y suscripción el 26 de diciembre de 2019, con plazo de vencimiento a los 180 días y precio de suscripción a la par.

El clamor social, por otra parte justo, hace saber a quien quiera oír que la clase política en funciones también debería hacer un aporte extraordinario en medio de una crisis, también, extraordinaria. Y no basta con reducción de dietas o congelamientos, hay quienes sostienen que es necesario y urgente un tributo de emergencia para todos los cargos políticos del país, monto que debería ser destinado a fines específicos, como el bolsillo de los jubilados. Sería justo, para que el hilo termine de cortarse siempre por la parte más fina: los jubilados y trabajadores.