Por Mario Luzuriaga
La ciudad de Rosario en cuna de personas con muchísimo talento, que triunfan en distintos ámbitos y en todos lados. Uno de esos casos es el del actor Juan Ignacio Cane, que lo hace desde hace tiempo en Buenos Aires.
Hoy en día, Juan es noticia por su participación en «Apache: la vida de Carlos Tevez», en donde interpreta a un entrenador de inferiores del Club Vélez y que se vincula con uno de los personajes de esta serie.
También estuvo presente en otro éxito como lo fue «El Lobbista», junto a Rodrigo de la Serna y el rosarino Juan Nemirovsky; y en la película «Perdida», junto a Luisana Lopilato.
El actor interrumpió sus vacaciones en España, para hablar con CLG acerca de sus comienzos y su actualidad en la actuación.
—¿Cómo nació esta pasión por la actuación?
—Viene desde muy chico allá en Rosario, a los 13 o 14 años hacíamos teatro en el colegio donde iba. Pero me remonto más atrás, cuando tenía 5 años en el jardín con mi maestra Alejandra, que me puso el disfraz de astronauta en la fiesta de fin de año del preescolar. Siempre me gustó y apasionó, es muy difícil llevarlo a cabo y muy poca gente lo puede hacer. Como dijo el Negro Olmedo: «Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires». Irse a Buenos Aires, es como cuando un pibe va a probarse a un club, como pasa en la serie.
—¿Antes de irte a Buenos Aires ya estabas trabajando de esto?
—Me fui de Rosario en 2004, pero a México, en donde hice cosas pequeñas, algunas publicidades. En 2009 me fui e instalé en Buenos Aires y empecé haciendo nuevamente publicidades y algunas participaciones chicas en tiras de televisión y obras de teatro. En 2017 hice cine en la película «Perdida», que protagoniza Luisana Lopilato. Es una cosa de no parar, pero ahora desde febrero que estoy sin hacer nada. Pero bueno acá estoy en España (risas).
—Pero lo bueno es que tipo de trabajos te da la posibilidad de tener varias ofertas.
—Claro, por ejemplo la directora de casting de «Apache», me convocó para una película en febrero. Ojalá también esta serie, en cuanto a lo personal, pueda generar más trabajo.
—Hablando de «Apache: la vida de Carlos Tevez» ¿Cómo fue trabajar bajo las órdenes de Israel Adrián Caetano?
—Sinceramente, he tenido varios directores, pero acá me sentí tan cómodo con él, como con Nicolás Parodi, que fue el codirector. La verdad es tan simple trabajar con ellos, desde el casting en el que me presenté para hacer del padre, hasta que terminé siendo este entrenador. Ya cuando un director sabe lo que quiere y se lo transmite al actor, uno sabe después cómo reproducirlo, es espectacular. Cuando tirábamos una toma, él venía y puntillosamente te marcaba lo que quería, entonces a la otra toma salía.
—Eso se puede notar cuando uno ve el resultado. Es una serie muy dura y más porque tuve personaje se mete en un tema muy complicado.
—Para la construcción de este entrenador de Vélez, me fui a Huracán, sino me hubiese ido a Newells (risas), y me fui a las inferiores y me junté con los profes y con Ricardo Bianchi, que es el coordinador de inferiores de Huracán. Me contaron que tienen que tener un nivel de contención muy alto para entrenar a estos chicos. Lo que pasó en esta serie es que se les escapó de las manos este chico y eran los noventa, te imaginás lo que pasa hoy por hoy.
—El empeño que le pusiste se puede notar y la relación entre tu personaje y el suyo se ve muy genuino.
—Esas cosas pasan y otra cosa que hablé con los profes, es cómo se meten los padres de estos pibes que se van a probar. Ahora se hizo como un vallado para que no ocurran estas cosas, pero también los padres les meten presión a los chicos para que puedan triunfar. Pero acá va más allá del fútbol, porque la tiene que ver toda gente que quiere aspirar a algo.
—¿Te gustó haber bochado a Tevez de Vélez?
—(risas) Para mi ese día no jugó, como lo hizo «el uruguayo», por eso lo boché. Como bien lo dice Tevez, «Cabezas» jugaba mucho mejor que él. Yo lo elegí a Danilo, que lamentablemente no tenía papá ni mamá, cosa que Tevez tuvo esa contención que le dieron sus tíos. Si Danilo hubiese tenido eso, tal vez habría jugado en primera.
—¿Te gustaría hacer algo en Rosario?
—Siempre están las ganas, sabés la cantidad de locaciones que tenemos en la ciudad, pero no tenemos la técnica o productora para invertirlo. Me encantaría hacer cosas allá y más con todo esto de las nuevas plataformas, hay grandes actores y directores en Rosario.