El secretario general adjunto de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza habló con CLG sobre el 92º aniversario del sindicato rosarino
El sindicato de Luz y Fuerza de Rosario cumple 92 años este 28 de junio. Cientos de historias de lucha, organización, trabajo, compañeros y vivencias pasaron por las puertas del gremio, hoy ubicado en Paraguay 1135. Luego de Tucumán, fue el segundo gremio de la federación nacional en constituirse, más de 25 años antes que la central nacional que hoy nuclea a todas las delegaciones. Entre sus directivos más destacados se encuentra Juan Alfredo Romero, quien supo llevar adelante la conducción de la Secretaría General durante 22 años.
Hoy Romero es el secretario general adjunto general de la Federación Argentina de Luz y Fuerza, puesto al que llegó luego de su paso por Rosario. CLG dialogó con el dirigente nacional oriundo de Rosario que mostró su arraigo en sus primeras declaraciones: «Estoy orgulloso por pertenecer a esta Institución en la que cada uno, desde su lugar, intenta aportar su granito de arena para llevar adelante una gestión que siempre va por más».
El gremialista recordó a aquellos «pioneros» que cuando en 1928 fundaron Luz y Fuerza Rosario «iniciaron este camino de dignidad y férrea vocación solidaria«.
La creación del sindicato, aseguró Juan, fue «como una necesidad para poder defenderse de los constantes abusos que ejercían las patronales, además de acompañar grandes sueños de mejoras sociales, salir de la pobreza y darles un futuro a sus hijos, uno distinto con acceso a la educación y la salud«.
El espíritu de lucha y sacrificio por la justicia social fue el motivo de aquella increíble gesta en los años 20 y son «esos valores los que a lo largo de la historia han sido respetados, transmitidos y fundamentalmente defendidos«, explicó Romero.
Esos mismos valores generaron «la militancia que le da vida a cualquier gremio», sostuvo el secretario general adjunto a nivel nacional.
Romero detalló por qué el gremio de Rosario está tan presente a nivel nacional: «Lo que nos permite tener protagonismo en la estructura nacional no son los años, sino la responsabilidad y la calidad de gestión por la que Rosario siempre fue muy respetada». Además de secretario general de la institución local desde 1993 hasta 2015, fue subsecretario gremial desde 1991 a 1993.
En este sentido manifestó que el apoyo de Alberto Botto, junto a otros sindicatos del país, fue fundamental para el «cambio histórico» de la conducción de Luz y Fuerza a nivel nacional, donde Guillermo Mosser y el propio Romero llegaron a la cúpula nacional. «La confianza que tanto la conducción de nuestro sindicato, como la Agrupación Azul y Blanca nos han brindado, hicieron que el protagonismo y la participación de la ciudad en el gremio nacional sea muy importante».
Además de Romero, la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza cuenta con otros dirigentes rosarinos como Jorge Pascualini en la Secretaría de Políticas Energéticas y Miguel de la Rosa, Marcelo Vecellio, Sergio Nicolet, Sergio Ramírez, Rubén Luisi, Néstor Salvatierra y Mauricio Fernández, en otras comisiones nacionales.
Para el secretario general adjunto nacional la «militancia» explica la «vigencia» del sindicato. «Además, se produjo un aggiornamieto permanente sin desprenderse de los valores de solidaridad, justicia, compromiso social, participación gremial, trabajo y responsabilidad«, esgrimió el dirigente nacional.
Aquí se tomó un tiempo para reconocer a la actual gestión lucifuercista a cargo de Alberto Botto: «Claramente ha marcado esta impronta que no sólo se da de puertas adentro sino, además, es muy solidaria y activa hacia el resto de la sociedad, y esto, sin dejar de lado la defensa de nuestros derechos, es entender que las organizaciones como la nuestra tienen también un compromiso social que cumplir«.
Por último, les agradeció su participación a los afiliados de Luz y Fuerza de Rosario y concluyó: «Son el motor fundamental para llegar a los 92 años y esperanzarse con muchos más«.