El banco de inversiones estadounidense pronosticó que la inflación seguirá en un nivel elevado en abril y que habrá un “fuerte deterioro de la economía argentina”
En un informe reciente, el JP Morgan estimó que el programa de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “necesita ser recalibrado de manera urgente para ofrecer anclas estructurales que contengan las expectativas de inflación y eviten que la economía caiga en un escenario proto-hiperinflacionario”.
La entidad financiera anticipó que la inflación en abril seguirá siendo elevada y estará por encima del 5%, a partir del impulso que viene marcando la suba de los alimentos. En tanto, para todo el presente calendario, el banco proyecta una inflación de 67%, con una inercia exacerbada por el adelanto de las paritarias en algunos sectores, que impulsará los costos salariales de las empresas. La estimación no contempla ajustes adicionales en las tarifas de los servicios públicos que pueda aplicar el Gobierno.
Asimismo, el informe remarca que “sin un esfuerzo de consolidación fiscal decidido, la oferta adicional de pesos incluida en el programa del FMI desanclará aún más las expectativas de inflación”.
A su vez, el banco de inversión pronosticó un fuerte deterioro de la economía argentina, a partir del aumento de la inflación y las mayores restricciones energéticas. La entidad asegura que para los primeros tres meses del año la mejora del PBI se ubicaría en 5% respecto al año anterior, pero este segundo trimestre será mucho más complicado, ya que proyecta una fuerte caída de 4,5% interanual.
“El incremento de los precios de la energía, especialmente del GNL, provocará restricciones que afectarán los niveles de producción en los próximos meses. Y al mismo tiempo la suba de la inflación reducirá los ingresos disponibles de las familias, incluso luego de las últimas medidas fiscales anunciadas por el Gobierno”, asegura el documento elaborado por Diego Pereira, economista jefe para el Cono Sur del banco estadounidense.
Además remarca que “sin reformas estructurales, la economía argentina tendrá problemas para sostener la recuperación, pero además para alcanzar el pico de actividad que tuvo en 2017″.