Este miércoles en el Hotel Presidente se llevó adelante un evento dedicado a la memoria y legado del gran formador nacido en Casilda
En ocasión del primer aniversario del fallecimiento de Jorge Bernardo Griffa, quien fuera el principal referente histórico de la captación y formación de futbolistas en Argentina, un grupo de socios de Newell’s de la Agrupación Autoconvocados en conjunto con la familia del Maestro, llevaron a cabo un evento con el objetivo de mantener viva la llama y el legado de uno de sus más grandes ídolos de Newell’s.
Los y las presentes pudieron disfrutar y emocionarse con los recuerdos, historias, mensajes y enseñanzas que se compartieron en el panel principal del evento compuesto por Carlos Picerni, ex jugador del club, campeón en 1974 y compañero de trabajo de Griffa en las inferiores de Newell’s, Armando Garrido, ex jugador del club y amigo íntimo del Maestro y Jorge Pautasso, Diego Mateo y Ricardo Lunari, ex jugadores formados íntegramente por Jorge Bernardo. Además, dicho panel fue moderado por el periodista rosarino Roque Giordano.
“Jorge es la persona más importante, de al menos, los últimos 60 años del club. Lo que hizo fue transformar algo, en algo grandioso”, comenzó afirmando «Kichi» Garrido.
Por su parte, Pautasso agregó: “Estoy muy agradecido a Jorge, yo soy de Rafaela y él fue hasta allí para intentar convencer a mi mamá. Más allá de la técnica, fue un gran consejero, nos enseñó a ser competitivos, a no dar nunca un partido por perdido y a esforzarse siempre un poquito más”.
“Newell’s se ha apartado de Jorge, tenemos que volver a él”, sostuvo Carlos Picerni. Y agregó: “Jorge iniciaba todas las reuniones con la misma frase, ‘¿estamos haciendo todo por Newell’s?’ Pero no solo lo decía, lo ponía en práctica todos los días”.
Ricardo Lunari expresó sobre Griffa: “Jorge siempre marcaba que nadie hace nada solo y tenía un gran grupo de trabajo junto a Picerni, Donsanti y Puppo que lo acompañaban de forma magistral”.
“Lo que más rescato es el sentido de pertenencia, es impresionante cómo quería al club”, esgrimió Diego Mateo.“ «Honestidad y carácter ganador”, así lo terminó definiendo a Griffa.
El evento se realizó en el hotel Solans Presidente en la ciudad de Rosario, y contó con la presencia de más de 150 personas, y muchos más conectados vía streaming. Además, estuvieron presentes José Luis “Chivo” Pavoni, Ariel Palena, Roque Alfaro, Ricardo Trusendi y Juan Manuel “Tati” Fontana, entre otras destacadas personalidades de la ciudad y del Club Atlético Newell’s Old Boys.
Durante el evento también se pudo escuchar la palabra de Jorge Griffa, hijo del Maestro, quien destacó: “Me pidieron que definiera a mi padre en una sola palabra: integridad pero la integridad Incluye muchas otras virtudes: honestidad, lealtad, humildad, justicia y empatía”. A su vez, agregó: “Ustedes proponen que a Griffa hay que buscarlo en el futuro. Estoy seguro que a él lo llenaría de orgullo escuchar eso”.
Además, el ex jugador leproso Bruno Marioni se hizo presente en el homenaje a través de un video desde México, lugar donde reside. En el homenaje también hubo lugar para reconocer a Jorge Bernardo Griffa a través de sus familiares presentes.
Desde Autoconvocados este homenaje vino a cumplir no solo el objetivo de recordar la figura del Maestro dentro del fútbol sino más bien a reflexionar sobre la actualización de sus pensamientos y las herramientas que se pueden pensar para llevar a Griffa al presente y futuro. Griffa fue un incansable trabajador que dedicó gran parte de su vida a formar jugadores. La esencia de su pensamiento fue siempre buscar nuevas formas para sacar ventaja, innovar con conocimiento y ganar cada metro en la carrera por crear mejores futbolistas.
En relación a Newell’s, es imposible pensar la gloriosa historia de la institución rosarina sin el aporte de Jorge Bernardo Griffa. Gran parte de la historia de Newell’s se puede contar a través de él. Primero, como a alguien a quien Newell’s buscó. Luego, como alguien que buscó a Newell’s. Así Newell’s buscó a miles y buscando encontró su destino. Construyó su propia ventaja, deportiva e institucional. Una impronta, no para copiar sus métodos sino para expandir su espíritu en nuevas formas de innovar.