El dirigente mapuche Facundo Jones Huala, preso en Esquel con pedido de extradición a Chile, sumó hoy nuevas «medidas de rebeldía» a la huelga de hambre que inició hace 23 días, en rechazo a las condiciones fijadas por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) y la justicia para que festeje el lunes el año nuevo mapuche dentro de la cárcel.
Así lo anunció hoy Jones Huala en una carta dirigida a las autoridades del SPF y de la unidad 14, donde se encuentra detenido, al señalar que entre sus «medidas de rebeldía» había decidido no pararse en el recuento de presos ni obedecer órdenes de celadores y guardias, además de sostener la huelga de hambre “hasta que exista respeto a los derechos del pueblo mapuche”.
“La rebeldía es la manera más pacífica que tengo de reclamar el derecho a nuestra celebración ancestral, además de huelga de hambre”, dijo en la misiva y agregó que sostendrá la protesta hasta que “cesen las burlas y atropellos, y demuestren voluntad genuina de verdadero respeto y de convivencia entre todos”.
Para la ceremonia del lunes, el jefe de la comunidad resistencia Cushamen pretendía que le autoricen el ingreso 28 personas de noche a la cárcel, con varios elementos como supuestos cuchillos rituales, algo que va «en contra de los protocolos vigentes de seguridad», explicaron a Télam fuentes del SPF.
La abogada de Jones Huala, Sonia Ivanoff aceptó la consigna de reducir el número de invitados a la celebración a 15 personas para festejar el “Wiñoy Tripanto”, como denomina la cosmogonía mapuche al solsticio de invierno.
Ivanoff concurrió hoy a una audiencia en la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, donde había presentado un habeas corpus por las condiciones de detención de Jones Huala pero lamentó no haber recibido respuestas positivas.
“Ni la justicia ni el SPF aceptan los argumentos referidos a los agravios que sufre Facundo. No quieren modificar las condiciones carcelarias y se niegan a reconocer su pauta cultural, que es su religión”, argumentó Ivanoff a Télam.
Desde el SPF, en tanto, aseguraron a Télam que el organismo «no autoriza ni desautoriza el desarrollo de la ceremonia» sino que debe garantizar las «condiciones de seguridad por tratarse de un establecimiento penal», en el que conviven varios internos.
Jones Huala, descendiente de británicos y mapuches que vivió varios años en Buenos Aires hasta que decidió regresar a la Patagonia para asumir la dirigencia política de su comunicada, inició una hulega de hambre a principios de mes con la que perdió más de diez kilos pero ayer volvió a ingerir líquidos para no deteriorar su salud.
Además, es sometido en el penal a cuatro controles médicos diarios.