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Controvertido divorcio

Johnson, “moderadamente” optimista respecto a un acuerdo sobre el Brexit


 

El primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró hoy «moderadamente optimista» para alcanzar un acuerdo de Brexit con Bruselas, en vísperas de su encuentro con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con quien abordará el controvertido divorcio.

Juncker y Johnson se entrevistarán el próximo lunes en Luxemburgo por primera vez desde que el líder «tory» tomó el pasado julio las riendas del Ejecutivo, y un mes y medio antes de que el 31 de octubre se cumpla la fecha prevista de desconexión del Reino Unido de los Veintisiete, informaron fuentes de Downing Street citadas por la agencia de noticias EFE.

Durante ese viaje, el premier tiene además previsto otro encuentro con su homólogo luxemburgués, Xavier Bettel, en el que la salida británica de la Unión Europea centrará la agenda.

La formación política más grande de Irlanda del Norte, el Partido Democrático Unionista (DUP), insistió hoy en que no reducirá sus exigencias sobre la salvaguarda irlandesa, el principal escollo para que el Parlamento británico aprobara el acuerdo del Brexit con la Unión Europea (UE).

«El Reino Unido debe salir como una sola nación. Deseamos un acuerdo sensato pero no uno que divida los mercados internos del Reino Unido. No apoyaremos ninguna disposición que cree una barrera para el comercio este-oeste«, escribió su líder Arlene Foster en su perfil de Twitter.

La unionista desmintió así una noticia publicada por el periódico The Times, que afirma que esa fuerza política podría aceptar que en ausencia de un eventual acuerdo comercial británico-comunitario, Irlanda del Norte tuviera un régimen normativo diferente al resto del Reino Unido, más alineado con el mercado único europeo.

Citando fuentes anónimas, The Times aseguró que la principal formación norirlandesa accedería también a que hubiera controles de aduanas en el mar de Irlanda, algo a lo que se oponía al considerar que separaría «política y económicamente» la provincia británica de Gran Bretaña.

«Las fuentes anónimas llevan a noticias sinsentido», agregó Foster.

Paralelamente, su portavoz para el Brexit, Sammy Wilson, precisó a la BBC que aunque el DUP rechaza que Irlanda del Norte tenga un régimen distinto, sí podría aceptar regulaciones específicas que faciliten el comercio transfronterizo con Irlanda, si fueran aprobadas por el gobierno autonómico.

La llamada «salvaguarda irlandesa» (backstop) -que solo entraría en vigor hasta que se alcance un tratado comercial Reino Unido-UE- es un mecanismo que busca proteger la única frontera terrestre con el mercado único, al que pertenece Irlanda, sin erigir una frontera física con Irlanda del Norte (que si pertenece a Reino Unido), lo que perjudicaría el proceso de paz.

Esta cláusula fue la que impidió que el Parlamento aprobara el acuerdo de salida negociado con Bruselas por la anterior primera ministra, Theresa May, que dependía de los votos del DUP para gobernar.

La prensa británica también conjeturó que el premier, Boris Johnson, está dispuesto a aceptar una salvaguarda que solo afectara a Irlanda del Norte y no, como se acordó con Bruselas, a todo el Reino Unido, pero anteayer el líder conservador descartó personalmente esta opción, al afirmar que «la salvaguarda debe eliminarse» para poder firmar un nuevo tratado de salida.

El premier asegura que su prioridad es llegar a un acuerdo de retirada con la UE, pero insiste en que, si no es posible, el Reino Unido saldrá igualmente del bloque el 31 de octubre, a pesar de que una ley votada esta semana en el Parlamento, horas antes del cierre, se lo impide.

El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, que dejará su cargo próximamente, dijo anoche en un discurso que el Parlamento actuará «con fuerza» para impedir que el líder «tory» «desobedezca la ley», y subrayó que cualquier tipo de Brexit debe ser «respaldado» por ese poder del Estado.

Hoy, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, aseguró que esa colonia británica (que por mandato de la ONU deberá ser objeto de un proceso de descolonización para su posterior devolución a España) «sobrevivirá» a un «Brexit duro» y que su Ejecutivo tiene ya preparadas soluciones a los problemas que puede generar esa posible ruptura «abrupta».