Los diputados que se oponen al proyecto presentaron anoche una enmienda que prohibiría al Gobierno anular el acuerdo de retirada de la Unión Europea sin el apoyo del Parlamento
El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrentaba hoy una rebelión de un importante grupo de diputados de su Partido Conservador que se oponen a su proyecto de ley de modificación del acuerdo del Brexit sobre los pactos comerciales entre las dos Irlandas, un hecho que el mismo Ejecutivo admitió que «viola el derecho internacional».
Las tensiones estallaron esta semana entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido después de que el Gobierno de Johnson presentara en el Parlamento el proyecto, que modifica parte de sus compromisos asumidos el año pasado bajo el acuerdo que selló la salida del país del bloque comunitario, el 31 de enero pasado.
En virtud de aquel acuerdo, ambas partes convinieron en un período de transición de 11 meses para darse tiempo a alcanzar un acuerdo de libre comercio, durante el cual el Reino Unido sigue cumpliendo con todas las reglas de la UE pero sin tener voz ni voto en sus decisiones.
Los diputados que se oponen al proyecto presentaron anoche una enmienda que prohibiría al Gobierno anular el acuerdo de retirada de la UE sin el apoyo del Parlamento.
Se trata de un acuerdo internacional legalmente vinculante y modificar sus disposiciones «viola el derecho internacional» aunque de «una manera específica y limitada», según reconoció el martes pasado el ministro para Irlanda del Norte, Lewis Brandon.
Lord Howard de Lympne, un destacado partidario del Brexit, fue uno de los principales legisladores conservadores en rechazar el proyecto al advertir que dañaría la posición global del Reino Unido.
En declaraciones al Times Radio, Howard lo llamó un «día triste» para el país y subrayó que «es muy malo porque daña nuestra reputación de probidad y el estado de derecho”.
La UE mientras tanto, pidió su retiro y lo consideró un daño «a la confianza», debido a que el texto de 54 páginas tiraría por la borda los pactos comerciales sobre la frontera entre las dos Irlandas y amenazó con iniciar acciones legales contra el Reino Unido si incumple los acuerdos del Brexit.
Sin embargo, ayer el jefe del Gabinete británico, Michael Gove, adelantó que trasladó al vicepresidente de la Comisión Europea (CE) Maros Sefcovic que su Gobierno no tiene intención de retirar ese proyecto de ley.
El ministro de Irlanda para Asuntos de la UE, Thomas Byrne, dijo que el Gobierno irlandés estaba «muy preocupado» por el plan del Gobierno del Reino Unido de anular las partes clave del acuerdo de retirada y consideró la intención de Johnson como «sin precedentes en la historia».
«Esto es algo sin precedentes. Nunca en la historia reciente (…) hemos visto tal renegación de un acuerdo menos de un año después de que Boris Johnson lo negociara. Y es inaceptable», expresó Byrne en declaraciones a la radio de la BBC.
Dijo que lo que proponen hacer es poner en grave riesgo las bases de la paz en Irlanda y la base de su comercio sin restricciones.
Mientras tanto, la ministra de Comercio Internacional, Liz Truss, anunció que el Reino Unido firmó su primer acuerdo comercial posBrexit con Japón por un valor estimado de 15.000 millones de libras esterlinas.
Johnson dijo esta semana que quiere alcanzar el acuerdo comercial con la UE antes de la cumbre de líderes del bloque del 15 de octubre próximo.
Si no hay un acuerdo para el 1 de enero de 2021, cuando vence el período de negociaciones, el Reino Unido saldrá de la transición sin ese pacto y bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).