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Política y Economía

Causa de los cuadernos

Javier Fernández pidió licencia en la Auditoria General de la Nación


El dirigente peronista Javier Fernández pidió una licencia de dos meses de su cargo como auditor en la Auditoría General de la Nación (AGN), tras su imputación en la causa por los cuadernos de las coimas.

«El doctor Fernández, en un atentado de 2011, comenzó a recibir tratamiento psicológico y psiquiátrico y ha tenido una recaída relacionada con la tramitación de esta causa. En razón de ello es que necesita guardar reposo y tener atención médica y exige no tener las tareas habituales que demandan en la AGN», explicó su abogado Domingo Montanaro en declaraciones radiales.

Fernandez presentó una carta con una copia de un certificado médico alegando que padece un «síndrome de estrés post traumático», indicó Montanaro.

La semana pasada, el juez federal Claudio Bonadio le otorgó la eximición de prisión a Fernández, señalado como operador del kirchnerismo en los tribunales de Comodoro Py: el auditor concurrió en persona al Juzgado para firmar la eximición y de esta manera se garantizó no ir detenido.

Está acusado de mantener reuniones con magistrados federales y ex funcionarios del Ministerio de Planificación, con el objetivo de «destrabar causas judiciales» que recaían sobre la anterior gestión en Comodoro Py.

Además, el auditor fue acusado por el ex juez Norberto Oyarbide -también imputado en esta causa- de haberlo presionado junto al ex espía Antonio «Jaime» Stiuso para que acelerara su fallo en la causa contra el matrimonio Kirchner por presunto enriquecimiento ilícito, al que terminó sobreseyendo.

Al declarar la semana pasada ante el juez Bonadio, Fernández aseguró que no tenía ninguna relación con la trama de presunta corrupción que se relata en los cuadernos de Centeno, a pesar de que allí se lo involucra en el mecanismo de pagos ilegales y se lo vincula con sectores de inteligencia.

Fernández insistió, incluso, en que nunca le entregó «una valija y un bolso» al ex número dos de Julio De Vido, Roberto Baratta, como figura en los escritos de Centeno, y que tampoco conoce a los empresarios involucrados en la causa.

A los Tribunales, el auditor llevó además «una valija llena de documentación» con los informes que hizo en la Auditoría General de la Nación y las denuncias que presentó «contra distintos funcionarios del kirchnerismo», precisó para desligarse del escándalo.

El abogado del auditor, Montanaro, anunció que pedirá pericias psiquiátricas para el ex juez federal Oyarbide, al considerar que «no está en sus cabales»: «No lo estaba cuando era juez, no lo está ahora», señaló.