Tokio y otros nueve departamentos del país actualmente están bajo estado de emergencia, una medida que prohíbe la venta de alcohol en bares y restaurantes y los obliga a cerrar temprano
El Gobierno de Japón anunció hoy que extenderá el estado de emergencia por el coronavirus en varias partes del país y lo mantendrá en vigor hasta un mes antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, a fines de julio.
Tokio y otros nueve departamentos del país actualmente están bajo estado de emergencia, una medida que prohíbe la venta de alcohol en bares y restaurantes y los obliga a cerrar temprano.
La emergencia vencería al final de mayo en la mayor parte de las áreas, pero el Gobierno del primer ministro Yoshihide Suga necesita más tiempo para controlar la cuarta de ola de contagios, dijo hoy el ministro a cargo de la respuesta al virus.
«El nivel general (de infecciones) continúa muy elevado», alertó el ministro Yasutoshi Nishimura.
Agregó que «dada la situación, creemos necesario extender las medidas de emergencia» hasta el 20 de junio, un mes antes del aplazado inicio de los Juegos de Tokio, el 23 de julio, informó la agencia de noticias AFP.
En tanto, la población japonesa se mantiene firmemente opuesta a la celebración de los Juegos, y en las últimas semanas dirigentes empresariales y un diario que patrocina las justas pidieron cancelar el evento.
Sin embargo, los organizadores y funcionarios japoneses dicen que los Juegos se realizarán, y citan las reglas previstas para mantener la seguridad de los participantes y de la población local.
Ayer, dos asociaciones médicas advirtieron sobre el riesgo que implican los Juegos.
Naoto Ueyama, presidente de un pequeño sindicato médico, urgió al Gobierno a cancelarlos para evitar un «desastre».
Por su parte, Haruo Ozaki, presidente de la Asociación Médica de Tokio, con más de 20.000 miembros, pidió que como mínimo se prohíba totalmente la presencia de espectadores en los Juegos.
Japón -que ayer recibió el apoyo de la Unión Europea (UE) a la celebración de los Juegos- mantiene la prohibición para la llegada de espectadores foráneos, y posteriormente decidirá si permite el ingreso de público local.
Incluso bajo el actual estado de emergencia, los escenarios deportivos pueden recibir hasta a 5.000 personas o 50% de su capacidad, el que sea menor.
A pesar de la oposición manifiesta en las encuestas, las protestas contra los Juegos de Tokio suelen atraer apenas unas decenas de personas.
Organizadores y dirigentes olímpicos han insistido en que los Juegos se realizarán y serán seguros, y adelantaron que la gran mayoría de quienes estén en la Villa Olímpica serán vacunados.
El programa de vacunación japonés ha avanzado lentamente, y solo 6% de la población ha recibido la primera dosis, mientras que menos de 2,5% está completamente vacunado.
El brote del virus en Japón ha sido pequeño comparado con otros países, con 12.500 muertes pese a que evitó aplicar cierres drásticos.