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Al menos 112 muertos

Japón: continúa la búsqueda de los desaparecidos tras las lluvias


Al menos 112 personas han muerto en Japón y tres más se debaten entre la vida y la muerte, en las peores inundaciones ocurridas en el país asiático desde 2004. Se trata del último balance de víctimas de un desastre que probablemente dejará más víctimas mortales, ya que aún permanecen desaparecidas unas 78 personas, según las autoridades del país citadas por la cadena de televisión japonesa NHK.

Los equipos de rescate representan la última esperanza de las familias de los desaparecidos en Kumano, en el suroeste de Japón, tras las lluvias excepcionales caídas la semana pasada.

Contra viento y marea, los rescatistas siguen buscando a las personas que no han dado señales de vida removiendo las ruinas con palas y excavadoras.

Conocida mundialmente por sus cepillos y brochas de maquillaje, Kumano se despertó con una apariencia triste este lunes.

Una casa hundida hacia un lado

 

Una casa se hundió hacia un lado, después de desprenderse del suelo.

«Hubiera preferido que mi hermana y mi familia fueran rescatadas más pronto», lamenta Kosuke Kiyohara, 38 años, hermano de una mujer que se quedó encerrada en el interior de este hogar con sus dos niños. Ninguno de los tres ha dado todavía señales de vida.

Kiyohara sabe que las posibilidades de encontrarlos vivos son escasas, lo que reconocen incluso los equipos de rescate, «ya que hace casi tres días (que no dan señales de vida)».

«Llegué de primero el sábado, e inmediatamente me imaginé lo peor. No he conseguido hablar con ellos desde el viernes por la noche. He pedido a mi familia que esté preparada para el peor de los casos», explicó Kiyohara, que está sentado en la acera delante de la casa destruida de sus familiares.

Mientras tanto, decenas de policías, bomberos y soldados trabajan acalorados, bajo temperaturas de 30 grados, para intentar encontrar a los sobrevivientes en zonas donde hubo derrumbes que arrastraron casas, destrozaron farolas y crearon montañas de barro.

«Removemos las ruinas y quitamos los escombros de las casas, ya que posiblemente todavía queden personas debajo», dijo un soldado.

Esta tarea compleja avanza poco a poco. Tienen que parar las máquinas de construcción cada vez que detectan señales de vida humana.

En cambio, aquellos que sobrevivieron a las inundaciones intentan regresar a sus hogares acompañados por bomberos o trabajadores de la administración local, que comprueban cómo se encuentran.