La primera ministra, muy elogiada por su gestión de la crisis del coronavirus, recibió un 50% de los votos. Nueva Zelanda, con 5 millones de habitantes, registró solo 25 muertes desde el inicio de la pandemia
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, prestó juramento hoy para un segundo mandato, tres semanas después de conseguir una aplastante victoria en las urnas atribuida por muchos a su exitosa gestión de la pandemia de coronavirus.
La política, de 40 años, nombró también a los miembros de su Gobierno, un equipo con una importante presencia femenina y en el que la comunidad originaria maorí está bien representada.
«Diría, simplemente, que Aotearoa Nueva Zelanda está sentada en torno a esta mesa», afirmó Ardern, usando el nombre de su país en maorí.
Este equipo de Gobierno «tiene perspectivas muy diferentes, talento, experiencia y, como ocurre en los momentos de crisis, un enorme compromiso con el país», agregó Ardern, citada por la agencia de noticias AFP.
La primera ministra, muy elogiada por su gestión de la crisis del coronavirus, recibió un 50% de los votos, y su partido logró 65 de los 120 escaños del Parlamento.
La principal formación de oposición, el centroderechista Partido Nacional, obtuvo 33 escaños y su vicepresidente, Gerry Brownlee, que había liderado la campaña electoral, dejó su cargo.
Ardern subrayó que su prioridad es seguir luchando contra la pandemia y relanzar la economía, hundida por el impacto del coronavirus.
Nueva Zelanda, con 5 millones de habitantes, registró solo 25 muertes por coronavirus y su estrategia fue elogiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De cara a su segundo mandato, la primera ministra también prometió impulsar proyectos de infraestructura, sobre todo construcción de viviendas sociales e inversión en energías renovables, y trazar políticas para seguir reduciendo las desigualdades y la pobreza.
Durante su primer mandato, la popularidad de la primera ministra se vio impulsada por su resolución frente a los atentados en la ciudad sureña de Christchurch, donde un supremacista blanco australiano mató a sangre fría a 51 fieles en dos mezquitas.
Su compasión y empatía con las víctimas, a las que visitó cubriéndose el cabello, y la firmeza de su respuesta política, concretamente a la hora de controlar la posesión de armas y los contenidos extremistas en las redes sociales, recibieron elogios dentro y fuera del país.
Este viernes, coincidiendo con la investidura de Ardern, se hicieron oficiales los resultados definitivos de dos referendos en Nueva Zelanda, en los que los electores rechazaron, por una pequeña diferencia, la legalización del cannabis con fines recreativos, pero se pronunciaron claramente a favor de la legalización de la eutanasia.
La ley sobre la eutanasia entrará en vigor en noviembre de 2021.
La norma estipula que un adulto mentalmente sano puede pedir una dosis de medicamentos letal si sufre una enfermedad incurable que puede provocarle la muerte en seis meses de manera «insoportablemente» dolorosa.
La petición debe ser firmada por su médico y un doctor independiente, también debe consultarse a un psiquiatra si existen dudas sobre las facultades mentales del paciente.