La histórica victoria de la izquierda en las presidenciales de México cimbró la principal plaza del país con una multitudinaria fiesta que, al grito de «¡AMLO presidente!», da la bienvenida a Andrés Manuel López Obrador al frente de un país sediento de un cambio político.
«México decidió iniciar una etapa nueva… ¡Triunfó la revolución de las conciencias!», dijo el izquierdista de 64 años al llegar al Zócalo (plaza central) de Ciudad de México repleta de una muchedumbre enardecida de alegría, mientras cientos de autos daban vueltas en círculos haciendo sonar sus bocinas.
Las banderas mexicanas ondeaban en el Zócalo, considerado el corazón del país, donde se erigía la Gran Tenochtitlán de los aztecas y que ahora alberga el Palacio Nacional, ante el cual decenas de miles de mexicanos festejaban el resultado que hace semanas se venía perfilando en las encuestas.
«Logramos vencer a la clase política de la mafia, igual que vencimos al campeón mundial en Rusia. Como dice Chicharito: ¡imaginemos cosas chingonas (maravillosas) México! ¡Izquierda chingona!», dijo a la AFP Samuel Pimentel, tan hincha de la selección mexicana como del partido Morena que fundó López Obrador.
Este entrenador de equipos infantiles de fútbol en el humilde y violento barrio de Iztapalapa se refería así a la viral frase de «¡Imaginemos cosas chingonas!» que lanzó el futbolista Javier Chicharito Hernández en pleno Mundial de Rusia, antes de participar en el gol que marcó la histórica victoria 1-0 contra Alemania.
Como en la cancha rusa, el Zócalo vibraba al grito de «¡Sí se pudo, sí se pudo!», mientras la gente desfilaba con la camiseta verde de la selección y la cara pintada con los colores de la bandera mexicana.
«¡Le metimos un gol a la mafia del poder. Esta vez, ganó el pueblo!», festejaba Blanca Durán, una ama de casa que, al igual que sus cuatro hijos pequeños, portaba una gorra de Morena.
– Junto al pueblo -.
López Obrador emprendió su tercer intento consecutivo de llegar a la presidencia encarnando al candidato antisistema, tras un sexenio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) encabezado por el saliente presidente Enrique Peña Nieto que estuvo marcado por la corrupción y denuncias de violaciones a derechos humanos.
Así, desterrar a la rampante violencia del crimen organizado y acabar con la corrupción están entre las prioridades de López Obrador, quien promete un gobierno «austero, sin lujos», cercano a la gente.
«Esta fiesta es nuestra, ¡por fin ganó el pueblo!», clamaba Juventino López, un electricista de 56 años frente al escenario dispuesto en la explanada del Zócalo, donde una banda de mariachis entona a todo pulmón «México lindo y querido».
«No les voy a fallar, no se van a decepcionar. Soy muy consciente de mi responsabilidad histórica (…) Quiero pasar a la historia como un buen presidente», exclamó AMLO junto a su esposa desde el escenario.
Venido desde Veracruz, estado sobre la costa del Golfo de México, el panadero de 38 años Guillermo Aburto se congratulaba: «Estábamos esperando esto hace muchos años, es el cambio que necesitamos».
Bajo su sombrero de paja, el campesino Eusebio Tejeda, de 56 años, defendía al izquierdista porque, dice, «ha ayudado al pueblo», mientras la muchedumbre coreaba «¡el pueblo unido, jamás será vencido!».
López Obrador terminó su discurso agradeciendo el voto: ¡Amor con amor se paga, así como ustedes me quieren yo les quiero, y un poquito más!».
«¡Viva México!», gritó, sumergiendo la plaza en aplausos.
– El luto del PRI –
Desde esta mañana cuando emitió su voto, el entonces candidato izquierdista estuvo rodeado desde muy cerca de un impresionante dispositivo de prensa.
«Solo vi esto con Paul McCartney una vez», subrayó bajo su boina de mezclilla Giordano Garduño, un estudiante de 19 años que votó por López Obrador en la misma casilla electoral que el político.
En contraste, rodeado de mujeres en lágrimas y caras largas masculinas, el candidato oficialista José Antonio Meade aceptó su derrota en el bastión del PRI.
López Obrador «tendrá la responsabilidad de conducir el poder Ejecutivo, y por el bien de México, le deseo el mayor de los éxitos», dijo Meade, visiblemente conmovido tras conocer que las encuestas lo colocaban en lejano tercer lugar.
En segundo quedó el conservador Ricardo Anaya, cuyos simpatizantes pasaron del optimismo a la frustración y la resignación.
«Como ya lo hice vía telefónica hace unos minutos que hablé con él (López Obrador), reconozco su triunfo, le expreso mi felicitación y le deseo el mayor de los éxitos por el bien de México».