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38 muertos

Italia planta guerra contra la empresa que gestionaba el puente caído


El gobierno italiano ha declarado la guerra a la sociedad que gestionaba la autopista del puente que se derrumbó el martes en Génova, matando a decenas de personas.

Este jueves en el lugar de la tragedia, las grúas y las excavadoras seguían quitando escombros. «Seguimos buscando huecos de los que pueda salir gente, viva o no», declaró Emanuele Gissi, un responsable de los bomberos.

El balance de víctimas no ha cambiado durante el día: 38 muertos y 15 heridos, cinco de ellos graves.

Durante el día, algunos de los 630 habitantes de los edificios evacuados fueron a recoger pertenencias a sus casas, escoltados por los bomberos. Esas viviendas, situadas debajo del puente, fueron desalojadas hasta nuevo aviso.

«Nos han enviado al hotel diciéndonos que podríamos volver a casa en una semana, luego nos han dicho que sigueremos allí hasta noviembre», dijo a la AFP uno de esos evacuados, Majid Alaui, que vive en una habitación con su mujer y su hija de cuatro años.

El mismo establecimiento acoge también a familiares de víctimas, que han acudido a reconocer los cadáveres y participar en los funerales.

En el lugar del desplome, el trabajo de búsqueda «es peligroso porque los escombros son inestables», y también lo es la parte del puente aún de pie, explicó Emanuele Gissi.

«Lo que sí es cierto es que quienes están buscando nos dicen que hay aún otras personas ahí abajo», dijo Matteo Salvini, el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga.

Partidos de fútbol aplazados

El país observará el sábado una jornada de duelo nacional, con motivo de los solemnes funerales en la Feria de Génova.

Y respecto a la nueva temporada de la liga italiana de fútbol, que comenzará este fin de semana, se ha decidido aplazar los encuentros previstos el domingo de los dos equipos de Génova, la Sampdoria y el Genoa. En los demás partidos, los jugadores llevarán un brazalete negro.

En Italia crecía el enfado a propósito de la catástrofe y de los fallos estructurales del puente Morandi, construido en la década de los sesenta, que se vino abajo provocando la caída de bloques de cemento, coches y camiones.

El gobierno anunció su intención de revocar el contrato de concesión de la firma Autostrade en el tramo donde se halla el puente derrumbado. Varios ministros han exigido incluso que sean revisadas todas sus concesiones.

Autostrade per lItalia, que pertenece al grupo Atlantia, controlado por la familia Benetton, reaccionó este jueves destacando la seriedad de sus controles de seguridad.

La compañía aseguró además que trabaja «con ahínco» en la reconstrucción del puente, una obra que debería terminarse «en cinco meses».

Atlantia criticó el hecho de que el gobierno hiciera anuncios «en ausencia de cualquier certidumbre sobre las causas efectivas» de lo ocurrido, y avisó que la revocación de sus concesiones podría costarle importantes indemnizaciones al Estado. Según varios medios italianos, el Estado podría verse obligado a pagar miles de millones de euros de compensación.

Las declaraciones de Atlantia no impidieron el desplome de su acción en la bolsa de Milán, donde cayó este jueves en un 22%.