En un tercer intento por formar gobierno en Italia, la coalición de derecha que ganó las elecciones de marzo y el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) no consiguieron hoy formar una mayoría parlamentaria, un requisito necesario para que el presidente de la Nación les encargue formar una coalición y asumir el Poder Ejecutivo.
La presidenta del Senado, María Elisabetta Alberti Casellati (foto), se reunió con una delegación del M5E y de las tres fuerzas que integran la coalición de derecha -Fuerza Italia (FI), la Liga Norte (LN) y Hermanos de Italia- luego de haber recibido esta misma mañana el encargo del presidente Sergio Mattarella con plazo hasta el viernes, para tratar de acercar las posiciones que ni el mandatario logró recomponer en los últimos 40 días.
Tras las reuniones, el país continúa con la parálisis política en la que está desde los comicios del 4 de marzo pasado, cuando ninguna fuerza obtuvo la mayoría propia para gobernar. Ya fracasaron las primeras dos rondas de consultas para formar una coalición de gobierno y ahora el presidente habilitó una tercera.
La ronda de reuniones que tuvo Casellati confirma la parálisis provocada por la decisión del Cinco Estrellas de solo admitir un Ejecutivo que esté encabezado por su líder Luigi Di Maio y de rechazar cualquier coalición que involucre a la Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, integrante de la alianza de derecha.
Según aseguraron hoy las fuerzas de derecha, mañana continuarán las reuniones en el Senado para tratar de acercar posiciones.
«Como dije varias veces, la alianza de centroderecha para nosotros es un artificio electoral y además quien debería ser el líder no viene a esta serie de consultas. Una vez más le dijimos a la presidenta del Senado que el M5E está pronto a firmaron acuerdo de gobierno con la Liga y no con toda la centroderecha», planteó esta tarde Di Maio, tras su reunión con Casellati, en una referencia a la ausencia de Matteo Salvini, líder de la LN.
«Las únicas fuerzas con capacidad de dialogar y firmar un contrato de gobierno son el M5E y la Liga. Le digo: no hay más tiempo. Debe tomar la decisión esta semana porque el país no puede esperar más», agregó Di Maio, a modo de ultimátum.
Desde la Liga, que estuvo representada por su jefe de bloque en Diputados, Giancarlo Giorgetti, la respuesta fue una ratificación de la alianza con Berlusconi.
«Hace falta darle ya un gobierno a Italia. Si caen los vetos del Cinco Estrellas hacia Fuerza Italia estamos próximos a hacer un gobierno a principios de la próxima semana», planteó Giorgetti, tras reiterar que el Ejecutivo «debe ser de la coalición que ganó las elecciones y del M5E, que fue el partido más votado».
Pese a las promesas de unidad, la coalición de derecha fue separada a las reuniones con Casellati, un gesto que no pasó desapercibido luego que se presentaran todos juntos en la última reunión con Mattarella el jueves pasado.
No fue el único gesto.
El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, ni siquiera participó del encuentro de hoy y se excusó públicamente por un compromiso previo en la sureña Catania.
Alberti Casellati, senadora de 71 años de la derechista Fuerza Italia y muy cercana a Berlusconi, había recibido esta misma mañana el encargo de Mattarella para que explore la posibilidad de una alianza parlamentaria que le de un nuevo Ejecutivo al país.
Tras ver a Mattarella, la titular del Senado se reunió con su par de Diputados, Roberto Fico, y luego con el actual premier, Paolo Gentiloni.
Alberti Casellati, la segunda mujer de la historia italiana en recibir un «mandato exploratorio» tras la diputada Nilde Iotti en 1987, deberá informar a Mattarella luego de la ronda de reuniones si se alcanza a alguna mayoría legislativa y será el presidente el encargado de decidir a quién encarga la formación del próximo gobierno.
La titular del Senado, una dirigente leal a Berlusconi hace más de dos décadas y cofundadora de FI en 1994, ya había opinado sobre el veto de la fuerza Cinco Estrellas a Il Cavaliere la semana pasada.
«Pienso que marginar a una personalidad como Berlusconi, que ha estado en la vida política y económica de los últimos veinte años sería una herida a la democracia», sentenció.
Además, tanto Di Maio como Salvini apuestan a liderar el próximo gobierno, aunque el líder del Cinco Estrellas fue más tajante y aseguró que su fuerza solo aceptará formar una mayoría si él es el primer ministro. El referente de la Liga, en cambio, se mostró dispuesto a aceptar una «tercera persona».
Tanto el M5E como la Liga Norte esperan además que las elecciones regionales que se harán en Molise el 22 de abril próximo y en Friuli Venezia Giulia, el 29 de abril, actúen como un nuevo «termómetro» que empuje la formación de una coalición de gobierno.