El ex vicepremier italiano enfrenta la audiencia preliminar del proceso en su contra en la causa que investiga si cometió un delito al demorar, en 2019, el desembarco de una nave con 131 inmigrantes
El ex vicepremier italiano, Matteo Salvini, enfrenta hoy la audiencia preliminar del proceso en su contra por supuesto secuestro de personas, en la causa que investiga si cometió un delito al demorar, en 2019, el desembarco de una nave con 131 inmigrantes y por el que podría enfrentarse a una pena de hasta 15 años de prisión en caso de ir a juicio.
En medio de manifestaciones a favor y en contra del líder derechista, la Fiscalía de Catania reiteró esta mañana, por tercera vez, su rechazo a mandar a juicio a quien fue vicepremier entre agosto de junio de 2018 y agosto de 2019 por considerar que no hubo delito, según informó el fiscal Andrea Bonomo en declaraciones que reprodujo la cadena Rai.
Tras este nuevo rechazo, el presidente del tribunal encargado del proceso, Nunzio Sarpietro, continúa este sábado con la toma de testimonios a las partes civiles para definir si da luz verde al enjuiciamiento.
La acusación sostiene que el líder de la derechista Liga, siendo ministro del Interior y vicepremier, «abusó de sus poderes privando de la libertad personal a 131 inmigranes a bordo de la unidad naval Gregoretti de la Guardia Costera italiana desde las 0.35 del 27 de julio de 2019 hasta la tarde del 31 de julio»; cuando se dispuso la autorización para el desembarco en el puerto de Augusta, en el marco de un acuerdo para la distribución de las personas en cinco países europeos.
Salvini, que se declaró «culpable de defender a la Patria», basa su estrategia en que la demora de cinco días se debió a la espera para poder distribuir a los inmigrantes en otros países de Europa una vez que tocaran suelo italiano, y a la presunta presencia de dos terroristas a bordo.
Durante la investigación, Salvini alegó además que el entonces primer ministro Giuseppe Conte, que continúa hoy en el cargo, también estaba al tanto y aprobó el retraso en la autorización de desembarco a los inmigrantes.
En febrero, el Senado le quitó la inmunidad a Salvini para permitir el inicio del proceso, aunque la Fiscalía ya había planteado otras dos veces que considera «infundada» la posibilidad de que el líder de la Liga haya cometido un delito al demorar el desembarco de los inmigrantes.
Así, el proceso sigue adelante solo con la acusación del Tribunal de los Ministros, de las organizaciones Arci y Legambiente y de dos de los inmigrantes presentes en el Gregoretti, que fueron desembarcados tras 20 horas de espera porque la mujer estaba embarazada.
Según el diario Corriere, la defensa de Salvini también planteó que el mismo mecanismo se aplicó en otras operaciones posteriores, cuando él ya había dejado el cargo, como en el caso del barco Ocean Viking, que permaneció en el mar del 18 al 29 de octubre de 2019 antes de la concesión de un puerto de desembarco en Italia, a la espera de que París, Berlín y Roma encontraran una solución.
Salvini, por otro lado, sostiene que el barco militar Gregoretti ya constituía de por sí un «puerto seguro» para las personas a bordo.
Salvini podría recibir una pena hasta 15 años si es condenado en esta causa y podría perder su cargo de Senador si se aplica la denominada Ley Severino.
Además de la causa por el Gregoretti, Salvini es también investigado por haber bloqueado, siempre por su política de «puertos cerrados», la llegada a suelo italiano de inmigrantes rescatados en altamar por el barco humanitario Open Arms, aunque ese expediente por el momento no tiene fecha de audiencia preliminar.