"Si la política impone el pase verde a los trabajadores, e incluso a los voluntarios, es obvio que los políticos deben ser los primeros en respetar estas reglas", argumentó un senador
Legisladores italianos de diversas fuerzas se cruzaron hoy por el uso obligatorio del «pase verde» para todos los trabajadores públicos y privados del país, que regirá desde el 15 de octubre y alcanzará también a los 630 diputados y 315 senadores del Parlamento.
«Si la política impone el pase verde a los trabajadores, e incluso a los voluntarios, es obvio que los políticos deben ser los primeros en respetar estas reglas, empezando por el Parlamento», planteó Matteo Salvini, el líder de la derechista Liga, una de las fuerzas que integra el oficialismo.
El reclamo de Salvini, senador elegido en 2018, se dio horas después de que el jueves el Gobierno que encabeza Mario Draghi anunciara que desde mediados del mes que viene extenderá el uso obligatorio del pase verde, hasta ahora reservado a docentes de todos lo niveles, a totos los trabajadores públicos, privados y voluntarios del país.
Sin embargo, el también integrante de la Liga, el diputado Claudio Borghi anunció hoy que es «contrario a la extensión del pase verde para acceder al Parlamento», según reproduce el diario Repubblica.
Con el mismo rechazo, el diputado Emanuele Dessì, ex integrante del Movimiento Cinco Estrellas y actual miembro del denominado «Grupo Mixto», consideró que es «inconstitucional extender el pase verde al Parlamento».
Entre los apoyos a la llegada del pase verde al Parlamento, además del presidente de la Cámara de Diputados Roberto Fico, se expresaron también el secretario general del oficialista Partido Democrático, Enrico Letta, y la presidenta del bloque de la también integrante del Gobierno Italia Viva, Maria Elena Boschi.
Si bien el decreto con el que el Gobierno extendió ayer el uso del «pase verde» a los 23 millones de trabajadores del país incluye a todas las personas con «cargo electivo», la autonomía del Parlamento podría ser un escollo en caso de que los legisladores contrarios fueran mayoría, un escenario improbable de todos modos.