Mientras continúan las olas de protestas para exigir la dimisión del primer ministro,
Israel inició sus primeras pruebas clínicas de una vacuna contra el coronavirus, mientras el país comienza a relajar su segundo confinamiento y las olas de protestas para exigir la dimisión del primer ministro, Benjamin Netanyahu, no cesan.
En el marco de la primera etapa de pruebas clínicas israelíes, dos personas -una en el hospital Sheba cerca de Tel Aviv, otra en el hospital Hadassah en Jerusalén- recibieron hoy la vacuna que Netanyahu encargó al principio de la pandemia al Instituto de Investigación Biológica (IIBR).
La Organización Mundial de la Salud registra actualmente unas cuarenta «vacunas candidatas», evaluadas en ensayos clínicos en el mundo, de las cuales diez se encuentran en la fase 3, estado avanzado donde la eficacia de la vacuna se mide a gran escala en decenas de miles de voluntarios.
Israel, que registra un total de 314.535 casos y 2.541 muertes, comenzó a relajar su segundo confinamiento decretado por el Gobierno de Netanyahu, muy criticado por su manejo de la pandemia.
Ayer, por 19 semanas consecutivas, miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv y Jerusalén para exigir la dimisión del primer ministro debido a denuncias de corrupción. Seis personas fueron arrestadas por la policía anoche, cuando terminó la manifestación, informó la agencia de noticias AFP.
Los manifestantes, tanto en Jerusalén como en Tel Aviv conmemoraron también el 25 aniversario del asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin, según el calendario judío, por un extremista de derecha (en el calendario gregoriano fue un 4 de noviembre).
Algunos vincularon esa muerte con Netanyahu, a quien se culpó de ayudar a crear una atmósfera de odio que llevó a Yigal Amir, el extremista de derechas que lo mató, a apretar el gatillo, acusación que el actual primer ministro israelí rechaza enérgicamente.
Las protestas prolongaron durante meses y mantienen el foco en Netanyahu en un momento en que la popularidad del líder del Likud se ve afectada también por su manejo del brote del virus en Israel.