El pasado viernes un adolescente israelí murió por la explosión de un artefacto de fabricación casera. Luego de ese lamentable hecho, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó la construcción de 300 nuevas viviendas en el asentamiento cisjordano de Dolev.
«Haremos más profundas nuestras raíces y golpearemos a nuestros enemigos«, sentenció Netanyahu, quien se manifestó decidido a «seguir reforzando y desarrollando» los asentamientos en territorios ocupados, uno de los principales focos de disputa de cara a un hipotético acuerdo de paz con los palestinos.
La ONU ha criticado en reiteradas ocasiones la ampliación de los asentamientos israelíes construidos en el territorio palestino ocupado a partir de 1967, lo que incluye Jerusalén Este.
Además, le organismo multilateral sostiene que los emprendimientos violan el Derecho Internacional y suponen un obstáculo para la creación de dos Estados.
El viernes, una explosión intencionada se saldó con la muerte de una joven de 17 años, Reina Shrneb, y causó heridas a su padre y a su hermano.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) no han detenido todavía a nadie por su posible relación con este ataque, según The Jerusalem Post, citado por la agencia de noticias Europa Press.