Mundo

Israel: Gantz es elegido presidente del Parlamento y pide la unidad nacional


El líder de la oposición contó con el apoyo del bloque de su rival, el primer ministro Benjamin Netenyahu

Con un gran apoyo de la derecha israelí, el líder de la oposición, Benny Gantz, fue elegido presidente del Parlamento. El ex jefe de las Fuerzas Armadas se había comprometido a alcanzar un gran acuerdo de unidad con su rival y actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, para acabar con la crisis política más larga de la historia del país.

«Estos son tiempos inusuales y piden decisiones inusuales», declaró Gantz tras ser elegido por 74 votos a favor y 18 en contra en la Knesset (parlamento). El militar contó con la totalidad de los votos de la derecha, mientras que 28 legisladores se abstuvieron de votar al no presentarse al recinto legislativo.

“La democracia israelí ganó, la democracia israelí no está para negociaciones. La justicia democrática gana, y la vigésimo tercera legislatura de la Knéset de Israel emprende de nuevo la marcha”, manifestó Gantz en el estrado de la Knéset luego de ser elegido.

Gantz dejó en claro que, dada la situación existente en Israel ante la crisis del coronavirus y la parálisis política del sistema, tiene la intención de avanzar el establecimiento de un gobierno nacional de emergencia, sin comprometer, aseguró, los miles de votos a Kajol Lavan obtenidos en las últimas elecciones.

La Corte Suprema de Israel ordenó la votación de un nuevo presidente de la Knéset para este jueves, delegando temporalmente el cargo de presidente interino en Peretz, luego de la crisis ocurrida con Edelstein.

En lo que el órgano judicial llamó un desafío sin precedentes de su autoridad por parte de un funcionario público, Edelstein había desobedecido la orden de realizar elecciones para el puesto, una votación que se tenía previsto que perdiera. Por el contrario, Edelstein prefirió renunciar.

Gantz es el líder del partido centrista «Azul-Blanco», y nadie esperaba la presentación de su candidatura en la Knesset, sobre todo porque ante el persistente bloqueo político, el peor que ha sufrido Israel en su historia, oficialmente era el encargado de intentar formar gobierno, tras las elecciones del 2 de marzo.

Sin embargo, la maniobra provocó una crisis en el seno de la coalición opositora Azul y Blanco liderada por el general, ante el desacuerdo de parte de sus diputados y del segundo en la lista, Yair Lapid.

Diez días atrás, Gantz recibió el encargo de formar gobierno y se comprometió a crear lo antes posible un Ejecutivo «amplio» para sacar al país del bloqueo político y evitar unas cuartas elecciones.

Israel lleva casi un año de crisis política, luego de que en los dos comicios precedentes de abril y septiembre no se alcanzaran las mayorías parlamentarias para formar un nuevo gobierno, tras el rechazo del líder de Azul y Blanco de gobernar en coalición con Netanyahu, acusado de corrupción.

En esta ocasión, Gantz tenía como opción formar un gobierno en minoría con el derechista Israel Nuestro Hogar de Avigdor Lieberman y la alianza social e izquierdista Labor-Guesher-Meretz, y el apoyo externo de la Lista Unida árabe, las formaciones que lo han recomendado, pero que tienen posiciones antagónicas en muchas cuestiones.

Otra alternativa, a la que apuntaba con sus declaraciones, era la de pactar un Ejecutivo de unidad con el Likud de Netanyahu, quien le había ofrecido un gobierno conjunto y presidido por él, por un periodo limitado de seis meses para hacer frente al coronavirus.

El estancamiento político se profundizó esta semana, luego de que el presidente del Parlamento y aliado del premier, Yuli Edelstein, desacatara la orden del Tribunal Supremo de convocar a una sesión parlamentaria para elegir a su sucesor antes de este miércoles.

En su lugar, Edelstein decidió ayer renunciar a su cargo y cerrar el Parlamento hasta el próximo lunes, pero el fiscal general, el mismo que procesó a Netanyahu por corrupción, dijo que la renuncia no eximía al presidente del Legislativo de convocar el pleno que debía decidir a su sustituto.

Ante esta situación, Netanyahu y Gantz tuvieron anoche una nueva conversación para barajar la posibilidad de un gobierno de unidad, pese al rechazo previo del líder centrista.

El juicio por corrupción contra Netanyahu quedó aplazado hasta mayo al amparo de las medidas de prevención contra el coronavirus que sirvieron también al presidente del Parlamento para retrasar las sesiones del nuevo Legislativo, que debían haberse celebrado la semana pasada.