En la segunda parte de la entrevista con CLG, la candidata a intendenta por el socialismo habló de sus políticas e ideas para la Rosario que imagina en los próximos cuatro años.
Por Franco Albornoz
El Partido Socialista eligió a la concejala Verónica Irizar como la candidata oficial a intendenta para competir en las primarias previstas para el próximo 28 de abril contra Pablo Javkin. Sacó en el último tiempo una luz de ventaja sobre el resto de los probables y pasó a ser la preferida de los referentes de peso.
La misión de retener la ciudad para el oficialismo no es sencilla. Es que más allá de las dificultades que conlleva cualquier campaña, Ia ex secretaria de Hacienda y actual concejala deberá lidiar a sus 43 años con la tan mentada renovación que se le exige a un socialismo naturalmente desgastado después de varios períodos al frente del Palacio de Los Leones.
En el segundo tramo de la entrevista con CLG, Irizar habló de dos de las críticas más importantes que los rosarinos le manifiestan al oficialismo: seguridad y transporte. Además, analizó el año electoral que se viene, dijo que en los comicios de 2017 el electorado le marcó que “había cosas que no estaban funcionando” y de cara a las primarias admitió que Javkin «tiene mayor grado de conocimiento».
— En tu último tuit de 2018 hiciste referencia a que en el 2019 el gran desafío del socialismo es cambiar definitivamente lo que saben que está mal. ¿Cuáles son esos aspectos para mejorar o la autocrítica si se quiere?
— La agenda está clara: mejorar el control y la seguridad. Hay mucho por hacer. Lo venimos haciendo, pero debemos tener un Estado más presente y que la gente sienta que la estamos cuidando. Por un lado mejorar el orden. Las normas están para ser cumplidas. En cuanto a seguridad discutamos el narcomenudeo o algún elemento que la ciudad pueda participar, porque el narcotráfico es un delito federal, que atraviesa a la mayoría de los barrios. Debemos reclamar mayor presencia y una mejor Justicia. En cuestión tecnológica con el Ojo se avanzó mucho, pero tenemos que implementar más tecnología en barrios con los sensores de luces leds y otras herramientas que ya tenemos pensadas.
— El electorado busca en la política respuestas para solucionar sus dos grandes preocupaciones: la seguridad y la economía…
— La destrucción del trabajo y la desigualdad también son violencia. También generan inseguridad. Además de lo que tiene que ver con la policía y el cumplimiento estricto de las normas, hay que tener una mirada social del tema. Programas como el Plan Abre o Nueva Oportunidad, que intervienen calles y mejoran la convivencia, también son fundamentales y debemos profundizarlos. Por otra parte no tengo dudas de que podemos ser la ciudad más dinámica del país. Los gobiernos locales tienen cosas para hacer en términos económicos. Con normativas y habilitaciones de suelo industrial que permitan que las empresas se instalen más fácilmente, agencias de inversiones y trabajando en la formación entre el mundo social y el del trabajo.
— ¿Qué pasa con el nuevo Sistema de Transporte?
— Adjudicamos la licitación el año pasado cuando todos nos decían que no lo hiciéramos. El futuro tiene que ver con un nuevo sistema porque el anterior fue diseñado hace más de diez años y no tiene nada que ver con la lógica con la que se mueven los rosarinos. Acá hay un responsable de cortar los subsidios al transporte que es el Gobierno nacional, que generó una inflación del 50 por ciento que impacta mucho en el costo del boleto. Rosario recibía 1.300 millones de pesos por año y para este dicen que van a mandar 450 nada más, o sea menos de la mitad. En el medio queda un desfasaje que resolveremos con aportes de Provincia, que enseguida tomó la posta y aportará 600 millones.
— ¿No hay alternativas para que el costo del boleto no recaiga siempre sobre el usuario?
— En el mundo no hay transporte que se sostenga sin el aporte de los gobiernos nacionales y la verdad que el impuesto a las combustibles líquidos puede servir para que el usuario no pague el costo de los incrementos. El boleto en Córdoba cuesta 23 pesos. Todas las ciudades aumentan porque no tienen alternativas. Porque Argentina está viviendo un federalismo fiscal invertido. Hoy Nación se queda con todos los recursos . Es el gobierno más antifederal de los últimos años. Eliminaron el fondo sojero, no pagan la deuda de coparticipación y tampoco invierten. La ciudad no tiene obras de Nación. La intendenta pidió que devuelvan el Monumento porque las obras no avanzan, cuando Rosario es una de las ciudades que más aporta.
— ¿Qué tipo de interna te imaginás con Pablo Javkin? ¿Creés que por tener ya algunas campañas sobre las espaldas llega con algún tipo de ventaja o mayor grado de conocimiento para la gente?
— Pablo es una persona que respeto y de hecho compartí la lista con él en la última elección. Aunque me gusta más hablar de mí, es cierto es que arranco de atrás porque él ya fue varias veces candidato y tiene mayor grado de conocimiento. Por mi parte, es la primera vez que encabezo y es un desafío que me entusiasma.
— En las elecciones legislativas de 2017 el candidato del PRO, Roy López Molina, ganó en la mayoría de los barrios o secciones electorales de la ciudad. ¿Qué pasó en ese momento?
— Creo que hubo un mensaje claro en las urnas a nuestro proyecto, para marcarnos cosas que no estaban funcionando. Hicimos mucho, pero falta mucho. La transformación definitiva de los barrios, por ejemplo, tiene que ver con eliminar las zanjas. Tenemos un proyecto a ocho años con pavimento definitivo. La gente nos reclamó proyectos concretos. Hicimos los seis distritos, desarrollamos espacios públicos y abrimos la ciudad al río. Con el Plan Abre llegamos a 34 barrios, concretamos 50 de centros de salud municipales y 30 provinciales, el nuevo Heca, la Maternidad Martin y el Roque Sáenz Peña, entre otras cosas. Pero no nos alcanza y vamos por lo que falta.
— ¿Creés que se mantiene la intención de voto o se modificó esa tendencia?
— El momento político era otro en 2017. La grieta no nos permitió a los rosarinos discutir proyectos de ciudad. Hoy el rosarino quiere propuestas. Yo no escuché a nadie plantear proyectos para la ciudad y cómo llevarlos adelante. Es fácil desde la tribuna criticar lo hecho. El socialismo, con errores y aciertos, tuvo dirigentes que soñaron una ciudad con cultura, espacio público para todos y tuvieron la capacidad de concretarlo. Hoy este momento necesita pilotos de tormentas que sepan gestionar, no dirigentes que hablen para la tribuna. Tengo la experiencia de la gestión de un área como Hacienda y el Concejo me permitió conocer cada barrio de la ciudad.
— A diferencia de la elección de 2015, en la que prácticamente fue un mano a mano entre el PRO y el socialismo en Rosario, hoy el crecimiento del peronismo hace pensar en un escenario de tres tercios tanto en la ciudad como en la provincia. ¿Coincidís con esta perspectiva?
— Coincido. El candidato del kirchnerismo está bien posicionado para esta elección. Pero tampoco escuchamos cuáles son los proyectos alternativos para la ciudad.
— ¿Por qué no aceptaron la propuesta de Ciudad Futura de conformar un gran frente con el PJ?
— Tuvimos y tenemos mucho diálogo con Ciudad Futura y muchos dirigentes peronistas. La solución no está en armar un rejunte como el fixture de un Mundial. Debemos trabajar con aquellos que compartimos valores e ideas. De hecho, le ofrecimos a Ciudad Futura armar un nuevo frente. Sin embargo, con el kirchnerismo no compartimos nada. Primero tienen que explicar por qué tienen cerca de 100 funcionarios procesados. Nosotros gobernamos 30 años sin un caso de corrupción. Jamás tuvimos que explicar en un tribunal qué pasó con los recursos de los rosarinos.
* La primera parte de la entrevista con Verónica Irizar, publicada en la edición digital del pasado miércoles 👇
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