El presidente iraní, Hasan Rohaní, instó hoy a los países del golfo Pérsico a evitar que Estados Unidos se aproveche de las divisiones entre ellos. Además rechazó la presencia militar estadounidense, a la que señaló como fuente de «problemas» en la región.
«Le tendemos la mano a los países vecinos e incluso estamos dispuestos a olvidar sus errores pasados porque hoy la situación es de tal modo que los enemigos del islam y de la región, es decir Estados Unidos y el sionismo (Israel), quieren aprovecharse de la brecha y la división entre nosotros» advirtió al hablar en un desfile militar.
Rohaní hizo esa declaración luego de que Washington anunciara el despliegue de más tropas suyas en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, en respuesta a los ataques contra dos plantas de la petrolera saudita Aramco, de los que Estados Unidos acusa a Irán, que niega toda implicación.
Además, Estados Unidos expresó su intención de crear una coalición para proteger a las naves en el golfo Pérsico, iniciativa que aceptaron Arabia Saudita y Emiratos Árabes, la semana pasada.
Ante este envío de tropas, Rohani reiteró que la seguridad de la región debe ser garantizada por los países de la zona para evitar una escalada.
«La seguridad del golfo Pérsico, del estrecho de Ormuz y del mar de Omán es endógena, las fuerzas extranjeras pueden crear problemas e inseguridad para nuestra nación y nuestra región», advirtió citado por la agencia de noticias EFE.
Rohani dijo que «si realmente buscan la seguridad de la región que no envíen a la región tantas armas, aviones y bombas (…) que no conviertan nuestra región en una carrera armamentística».
En su discurso, con motivo de la conmemoración de la Semana de la Defensa Sagrada, que marca el inicio de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), el presidente iraní volvió a desvincular a su país de los incidentes sucedidos en el golfo Pérsico.
«Las mentiras de los que quieren atribuir los incidentes de la región a la República Islámica de Irán serán reveladas» subrayó en alusión a los ataques a Aramco, reivindicados por los rebeldes hutíes del Yemen pero atribuidos por estadounidenses y sauditas al Gobierno de Teherán.
El presidente iraní insistió en que la presencia de Estados Unidos en la región «siempre ha sido desastrosa» y adelantó que en la Asamblea General de la ONU en Nueva York Irán presentará una iniciativa de paz en el estrecho de Ormuz para que la seguridad sea garantizada por los países de la región.
Irán le anunciara al mundo «que la presencia de las fuerzas extranjeras puede crear problemas y ser peligrosa para la región, para la seguridad marítima y para la seguridad del petróleo», puntualizó.