El país de medio oriente espera que la potencia americana vuelva al acuerdo una vez que Biden asuma la presidencia
El Gobierno de Irán afirmó que «cumplirá sus obligaciones» bajo el acuerdo nuclear de 2015 si Estados Unidos lo retoma y retira las sanciones impuestas a Teherán una vez que Joe Biden asuma en enero próximo la presidencia.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, remarcó que «Estados Unidos no está en posición de poner condiciones» tras retirarse del acuerdo en 2018, rechazando así la posibilidad de que sea Teherán el que dé el primer paso para la vuelta de Washington al pacto.
«Como miembro de Naciones Unidas y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos tiene un deber con la aplicación de la resolución 2.231», aseguró Zarif, en referencia a la resolución que dio apoyo al acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania.
«Si Estados Unidos cumple sus compromisos con la Resolución 2231, Irán cumplirá los suyos y, segundo, si Estados Unidos busca unirse otra vez al acuerdo, Irán está preparado para negociar los términos y condiciones sobre su membresía en el pacto», sostuvo el canciller Zarif, en una entrevista concedida al diario Iran Daily.
Asimismo, el canciller iraní hizo hincapié en que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de abandonar el acuerdo e imponer una campaña de «máxima presión» a través de sanciones fue «un fracaso».
«Trump fracasó a la hora de lograr el resultado deseado. Hicimos frente a una gran presión como consecuencia de esta estrategia. Pese a que derrotamos a Estados Unidos, la economía nacional sufrió pérdidas por las sanciones de Trump», lamentó Zarif, según reprodujo la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, Zarif destacó que las autoridades iraníes «tienen que aceptar que la realidad de la derrota de Trump (en las presidenciales) no fue consecuencia de las políticas exteriores de su Administración».
«(Trump) No logró la reelección por asuntos internos, como los problemas económicos, la rápida propagación del coronavirus. Esto se suma a que Trump tiene un carácter de desafío a la ley y abusó de su poder en múltiples ocasiones, lo que son otras dos razones de su derrota», argumentó.
En esa línea, añadió que «la muy peligrosa política exterior de Trump no tuvo un papel significativo en su fracaso a la hora de lograr votos suficientes para un segundo mandato».
«Esto puede ser una alarma para el mundo entero, ya que la comunidad internacional debe darse cuenta de que la sociedad estadounidense muestra una inclinación hacia la radicalidad», aseveró.
Las tensiones entre Washington y Teherán aumentaron desde que Estados Unidos se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de 2015 y repuntaron en enero, después de que el Ejército estadounidense matara en un bombardeo en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani.