Irán abrió este sábado una investigación al petrolero de bandera británica incautado que asegura chocó con un pesquero en el estrecho de Ormuz, mientras continúa aumentando la tensión en ese estratégico paso.
Por otro lado, Reino Unido advirtió a Irán que estaba eligiendo un «camino peligroso de comportamiento ilegal y desestabilizador», en palabras de su canciller Jeremy Hunt, y aconsejó a sus barcos evitar la zona del estrecho.
Los Guardianes de la Revolución iraníes dijeron haber confiscado al «Stena Impero» el viernes por «no respetar el código marítimo internacional» en ese paso obligado al Golfo para cerca de un tercio del transporte petrolero mundial.
El petrolero, cuyo propietario es sueco, fue trasladado al puerto de Bandar Abbas (sur), según las autoridades portuarias de la provincia de Hormozgán.
Se trata de la segunda incautación de un buque en pocos días por parte de Irán, y tiene lugar luego de que la Corte Suprema de Gibraltar decidiese prolongar 30 días la retención de un petrolero iraní, secuestrado el 4 de julio por las autoridades de este territorio británico en el extremo sur de España y sospechoso de querer entregar crudo a Siria en violación de las sanciones europeas contra Damasco.
Iran negó esta acusación y afirmó que respondería a este acto de «piratería». Según Allah-Morad Afifipoor, director general de la autoridad portuaria y marítima de la provincia de Hormozgán, el «Stena Impero» «chocó con un pesquero».
Las personas a bordo del pesquero «contactaron al petrolero pero no tuvieron respuesta», y entonces informaron a la autoridad portuaria de Hormozgán.
«Conforme a la ley, tras un accidente es necesario investigar las causas» y por ello la autoridad portuaria abrió este sábado una investigación, agregó el responsable iraní.