Responsables iraquíes, que temen que las crecientes tensiones entre Washington e Irán degeneren en su territorio y advirtieron sobre el «peligro de la guerra», durante la visita del ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif.
La visita, que se prolongará hasta el lunes, se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el envío de 1.500 soldados suplementarios a la región.
El Pentágono argumentó esta medida por las «amenazas persistentes por parte de Irán», mientras que Zarif calificó la decisión de «amenaza para la paz y la seguridad internacionales».
«Estamos repeliendo todos los esfuerzos de guerra dirigidos contra Irán, ya sean económicos o militares», declaró este domingo Zarif durante una rueda de prensa en Bagdad, junto a su homólogo iraquí, Mohamed Ali Al Hakim. «Los enfrentaremos con fuerza y resistiremos», añadió.
Atrapado entre sus dos grandes aliados, el primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, denunció el sábado por la noche el «peligro de una guerra», durante una reunión con Zarif.
No obstante, el dirigente iraquí hizo un alegato por «la estabilidad de la región y el mantenimiento del acuerdo sobre el programa nuclear» iraní de 2015, según su oficina.
El acuerdo está en la cuerda floja desde que Estados Unidos decidiera retirarse unilateralmente en mayo de 2018 y también por la suspensión de Teherán de algunos de sus compromisos, a principios