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Universidad Estatal de Ohio

Investigadores desarrollaron un nuevo bioplástico flexible y resistente para envases


La búsqueda por dejar atrás el uso de plásticos contaminantes llevó a la creación de diferentes «sustitutos» de ellos. Sin embargo, todavía queda un largo trecho por recorrer para que el uso sea 100% sustentable. Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio hicieron un contribución a ese cambio, para darle mayor competitividad a los nuevos bioplásticos.

Alrededor del 90% de los plásticos de hoy en día son derivados del petróleo y no son biodegradables, lo que constituye un grave problema ambiental, reproduce el sitio ecoinventos.com. Hasta ahora, los intentos de hacer sustitutos ecológicos para el plástico a partir de bioplásticos no han tenido mucho éxito, principalmente debido sus altos costos de procesamiento o fragilidad.

Es por ello que se trata de un gran avance lo logrando en Ohio. Lo hicieron a través de una combinación de caucho natural junto con un termoplástico de base vegetal llamado PHBV, peróxido orgánico y otro aditivo llamado triacrilato de trimetilolpropano (TMPTA), se puede crear un material resistente y flexible que funciona como sustituto del plástico.

Xiaoying Zhao es el autor principal del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos del Estado de Ohio y quien señala que investigaciones anteriores no resultaron porque el producto perdía mucha fuerza.

Foto: Universidad Estatal de Ohio

El aumento de la flexibilidad, sin una pérdida significativa de resistencia, es necesario cuando se trata de crear películas plásticas para envasar, ya sea productos frescos hasta alimentos congelados. En este caso, el producto final resultó un 75 % más resistente y un 100 % más flexible, lo que significa que es mucho más fácil de transformar en envases de alimentos. De esta manera puede ser implementado comercialmente, siempre y cuando mantenga bajos costos.

El equipo ya manifestó que desea continuar investigando qué otros materiales biodegradables y ecológicos podrían usarse como rellenos para fortalecer aún más el material compuesto diseñado. Están considerando las pieles de tomate, las cáscaras de huevo y los restos de café usados.

Además de como envase de alimentos, el bioplástico podría potencialmente aplicarse a usos relacionados con los alimentos, como utensilios y tablas de cortar o guantes para quienes trabajan en el servicio de alimentos. También podría verse como un material para fabricar piezas para automóviles y aviones, materiales para la construcción, entre otros.