En particular, se enfocan en un extracto obtenido de la piel roja del maní, un subproducto agrícola de gran producción en la provincia de Córdoba
A pesar de que el inicio de la temporada 2025 en relación al dengue es más tranquilo de lo esperado, con altas temperaturas y la circulación del mosquito Aedes aegypti detectada en varias regiones del país, no se debe bajar la guardia. El dengue sigue siendo una amenaza importante para la salud pública, especialmente después de los brotes explosivos del año pasado, donde Rosario no fue la excepción.
Dado que actualmente no existe un tratamiento específico y efectivo para el dengue, investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) están explorando nuevas opciones terapéuticas. En particular, se enfocan en un extracto obtenido de la piel roja del maní, un subproducto agrícola de gran producción en la provincia de Córdoba.
Los científicos, del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (Inicsa, Conicet, UNC) y del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (Ibias, Conicet y UNRC), han publicado recientemente sus avances en la revista Plants. Los resultados obtenidos muestran que este extracto podría tener propiedades antivirales que inhiben el virus del dengue, ofreciendo una vía para desarrollar tratamientos naturales, económicos y sostenibles.
Un enfoque innovador en la lucha contra el dengue
El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, y hasta la fecha, no existen medicamentos antivirales accesibles para su tratamiento. Los serotipos más comunes del virus son DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4, y la falta de un tratamiento efectivo ha llevado a un aumento en la investigación de opciones alternativas.
Carolina Sabini, investigadora del Conicet y líder del proyecto, explicó que el equipo eligió investigar el maní debido a sus comprobadas propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, además de la abundancia de esta leguminosa en Córdoba, lo que genera un subproducto poco valorado: la piel del maní. “Nuestro estudio busca la revalorización de ese residuo a través de obtener un antiviral contra el virus del dengue, algo que no había sido probado antes”, comentó Sabini.
En etapas previas, los investigadores evaluaron la toxicidad de los extractos de tegumento (piel) y semilla de maní en modelos experimentales, tanto en células como en ratones. Los resultados mostraron que, mientras que el extracto de semilla tenía poca actividad antiviral, el de la piel de maní logró inactivar el virus completamente, incluso en concentraciones bajas.
Cómo actúa el extracto del maní en el virus del dengue
El extracto de la piel roja del maní demostró una inhibición del serotipo DENV-2 en diferentes etapas del ciclo de replicación del virus. Esto incluye la adsorción y penetración del virus en las células, así como su replicación dentro de las células hospedadoras. Los investigadores también comprobaron que el extracto tiene propiedades virucidas y puede prevenir la infección si se aplica antes de la exposición al virus.
Sabini destacó que el extracto tiene una actividad antiviral mucho más amplia de lo esperado, lo que sugiere que podría servir tanto como tratamiento para personas infectadas como preventivo. Los investigadores también identificaron que el mecanismo de acción del extracto se basa en la inhibición de la síntesis de ARN viral, lo que podría ser clave en su eficacia.
Un paso hacia la producción a gran escala
El equipo de investigación está ahora en busca de colaboraciones con el sector industrial para avanzar en la producción de este potencial tratamiento. Además de su potente actividad antiviral, el extracto de la piel de maní tiene la ventaja de ser un producto natural, económico y accesible, lo cual lo convierte en una opción viable para países con recursos limitados.
Elio Soria, coautor del estudio e investigador del Conicet, subrayó que la fitomedicina, que utiliza extractos naturales, no siempre requiere compuestos puros, sino que en muchos casos, la combinación de diversas moléculas presentes en el extracto puede ser más efectiva que los compuestos individuales. Además, esta estrategia resulta más económica y adecuada para contextos de bajos recursos.
Para poder usar el extracto en humanos, los investigadores deben seguir optimizando las formulaciones, mejorar su absorción y biodisponibilidad, y desarrollar tecnologías que faciliten su aplicación, como las nanovesículas. Estas pequeñas partículas, desarrolladas en colaboración con especialistas en nanotecnología, permitirían que los compuestos del extracto lleguen a los sitios de interés de manera más eficiente.
Un enfoque sostenible y accesible
En línea con el enfoque sostenible del proyecto, los investigadores utilizan métodos de extracción ecológicos y están comprometidos con el uso de materiales y procesos disponibles localmente, lo que garantiza que no dependan de importaciones.
«La palabra que engloba todo el proyecto es sostenibilidad. Desde la aplicación de un método verde de extracción con etanol, hasta la elección de los constituyentes de las nanovesículas, buscamos generar el menor impacto ambiental posible», afirmó Soria.
Con estos avances, los científicos argentinos abren una nueva puerta en la lucha contra el dengue, proponiendo una solución natural, económica y ambientalmente responsable que podría ser clave para reducir el impacto de esta enfermedad viral en el futuro.