La ministra de Infraestructura, Silvina Frana, destacó la "firme decisión" de seguir avanzando con las obras públicas "que benefician directamente a los santafesinos"
El gobierno de Santa Fe invertirá 507 millones de pesos en la construcción de 74 viviendas en un barrio de la capital provincial, en el marco del plan de recambio de inmuebles que se encuentran deteriorados.
Se trata de 74 unidades habitacionales que serán levantadas en barrio Acería, cuyos trabajos serán licitados en febrero próximo por el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, a través de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo.
El proyecto contempla obras de mejoramiento barrial junto con la demolición de viviendas existentes en el lugar, que presentan un notable deterioro.
La inversión será superior a los 507 millones de pesos y se realizará en un plazo de 16 meses, en tanto se prevé la apertura de sobres de la licitación pública el jueves 3 febrero a las 10.30, en la sede de la Dirección de Vivienda.
Las obras forman parte del trabajo interministerial que se está realizando en ese barrio del norte de la capital provincial, en el marco del proceso de reubicación de familias, donde la Dirección de Vivienda ya finalizó y entregó 102 casas y actualmente ejecuta 90 módulos habitacionales.
La ministra de Infraestructura, Silvina Frana, destacó la «firme decisión» de seguir avanzando con las obras públicas «que benefician directamente a los santafesinos».
«Por eso ya entregamos 102 viviendas y estamos construyendo otras 90, en este barrio tan postergado durante años, en el que sus vecinos llevan adelante un viejo pero legítimo reclamo por su situación habitacional”, completó la funcionaria.
El plan de barrio Acería se propone la relocalización de los residentes de las viviendas agrupadas del plan 218, construido en 1988, que presentan severos daños edilicios y de infraestructura.
Ante esta situación, se planteó la licitación en etapas de nuevas obras de viviendas e infraestructura para el traslado paulatino de las familias y la inmediata demolición de los monoblocks deteriorados, con el objetivo de evitar su intrusión.