Un gran número de estudiantes terciarios de la ciudad de Buenos Aires interrumpió el acto de inauguración de la Feria del Libro para protestar por el proyecto de creación de una universidad para docentes en la ciudad de Buenos Aires (Unicaba) y que implica el cierre de 29 profesorados.
El pedido del personal de seguridad a los jóvenes de retirarse de la Sala Jorge Luis Borges, donde se desarrollaba el acto, generó forcejeos; los llamados al orden del presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, no fueron escuchados.
La inauguración fue cumplida por los organizadores Gremmelspacher y el director de la Feria, Oche Califa, y por Montevideo, ciudad invitada de honor, el embajador uruguayo, Héctor Lescano, y el director de Artes y Letras de Montevideo, Juan Canessa, aunque sin que pudiera hablar el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, ni el ministro de Cultura, Pablo Avelluto.
El funcionario nacional se había retirado instantes antes, después de haber cedido el micrófono a uno de los manifestantes y ante la imposibilidad de pronunciar algunas palabras.
«A los fascistas que están en el fondo les pido que respeten el uso de la palabra», había gritado Avelluto apenas tomó el micrófono.
Para el funcionario, «no permitir que alguien haga uso de la palabra es un acto fascista».
«Les damos el uso de la palabra; el mismo uso de la palabra que de forma autoritaria ustedes están impidiendo hacer», agregó Avelluto.