Un insólito caso dejó a al estadounidense D. J. Cooper fuera de las canchas hasta 2020. El hecho ocurrió en el año 2018 pero durante esta semana se conoció la verdad luego de que él intentase ocultarla.
El base norteamericano, que en ese momento jugaba en el AS Mónaco Básket de la liga francesa, fue sometido al habitual control antidopaje. Pero lo que encontraron los médicos de la FIBA derivó en una suspensión que culminará en junio de 2020.
El test del base de 28 años dio negativo para cualquier sustancia prohibida para la federación. Sin embargo,, algo llamó la atención. En la orina se encontró gHC, una hormona producida por la placenta, que indica que una persona está embarazada.
Más tarde, se conoció que Cooper había utilizado la orina de su pareja, desconociendo que ella estaba embarazada. Mediante el control, que lo deja fuera de las canchas hasta el 2020, Cooper se enteró que será papá.
Cooper estudió en la Universidad de Ohio, pero no fue incluido en el Draft 2013, año en el que le correspondía dar el salto a una franquicia de la NBA. Por ese motivo, emigró a Europa, en donde forjó una digna carrera.
Jugó en equipos importantes de Grecia y Montecarlo, como el Panathinaikos, AEK y Paok, e incluso llegó a ser el mejor jugador de la Liga de Francia, cuando defendía la camiseta del Pau Orthez. En la temporada 2016/17, por ejemplo, llegó a promediar 13,4 puntos, 5,4 rebotes y 10,6 asistencias. Además, en 2014 se nacionalizó Bosnio para formar parte del seleccionado. Sin embargo, se quedó fuera de la lista para el Eurobasket 2015 por una lesión.