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Insólito: un cliente fue al banco a cerrar una cuenta y se lo olvidaron en las cajas de seguridad


El caso fue relatado en simultáneo por el propio afectado, que utilizó su cuenta de la red social Twitter para pedir ayuda

Un cliente de un reconocido banco vivió una insólita situación cuando fue a una sucursal a cerrar una cuenta y se lo olvidaron en la zona de las cajas de seguridad.

El caso fue relatado en simultáneo por el propio afectado, que utilizó su cuenta de la red social Twitter para pedir ayuda en primer término y después para contar lo sucedido.

«Hola @Santander_Ar me dejaron encerrado en las cajas de seguridad. ¿Me abren por favor? Me cansé de gritar y no tienen timbre, por suerte llegan datos móviles», publicó el psicólogo y emprendedor tech Esteban Cervi, con un selfie de su sorprendido rostro ante tal incidente.

Durante esos minutos en que nadie se dio cuenta que había quedado encerrado en la zona de las cajas de seguridad, Cervi estuvo «haciendo señales a las cámaras, gritando, golpeando puertas, nadie se dio cuenta», contó.

«Nadie mira las cámaras de seguridad ni saben si hay movimiento. Y no, un timbre es un dispositivo muy avanzado, no tenían», ironizó el cliente, quien también intentó dar aviso del hecho a través de la cuenta oficial del banco, pero no obtuvo respuesta.

En su desesperado estado, pidió ideas en las redes sociales.

Hacer un boquete, prender fuego, robar las otras cajas de seguridad: ésas fueron algunas de las propuestas que le llegaron.

¿Cómo pudo salir de las cajas de seguridad? Cervi terminó llamando al sistema de emergencias 911: «Llamé a la Policía al 911 porque en el banco no atienden teléfono ni responden DMs».

Minutos después, la odisea terminó: «Vino la Policía. Ya estoy afuera. Gracias. Por suerte en el 911 me atendieron al instante, entraron al banco, escucharon mis gritos y me rescataron.

Excelente la Policía».

«Y así finalizan mis primeras 24 horas de turista en Argentina.

Aclaro que ya no vivo en Argentina (país que amo para siempre) y que fui a cerrar la cuenta y sacar un reloj que era de mi viejo que falleció súbitamente en 2013. No tengo un mango literal. Toda mi riqueza está en vinos, libros y un par de emprendimientos», concluyó Esteban Cervi.

Al conocerse su historia por medio de retuits, incluso se contactó con él el hijo de un ahorrista que en octubre de 2002 vivió la misma situación, pero en su caso fueron 66 horas de encierro en la casa central del Banco Nación.