Un combo fatal en el caso de un hombre que viajó de Neuquén a Córdoba para ver por última vez a su hija, y no pudo hacerlo. Una triste historia en plena pandemia
Desde la redacción de CLG
El caso de Pablo Musse y su hija Solange conmovió a todo el país esta semana. Ella padecía cáncer de mama y se encontraba en fase 4, en sus últimas horas de vida. Su padre viajó desde Neuquén y se dirigía a Alta Gracia, donde estaba internada, para visitarla por última vez. Sin embargo, las autoridades sanitarias del gobierno cordobés le impidieron llegar a su destino.
Pablo Musse tramitó los permisos especiales y atravesó medio país para poder despedirse de su hija, pero cuando el martes llegó a la localidad cordobesa de Huinca Renancó, personal del Centro de Operaciones de Emergencia lo obligaron a regresar a Neuquén.
En la madrugada de este viernes Solange falleció, sin poder despedirse de su padre. «Quiero informarle a las autoridades que el resultado del hisopado dio negativo y no pude ver a mi hija», fueron las palabras de Pablo.
El caso denota un combo fatal de brutalidad, incapacidad e insensibilidad por parte de las autoridades sanitarias, que concluyeron en un hecho cuasi inhumano: impedir que un padre se despida de su hija.
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