"Empieza el baile" comenzará su rodaje mañana con locaciones en Buenos Aires, Rosario, Mendoza y concluirá a fines de febrero en Madrid.
La producción hispano argentina «Empieza el baile», dirigida y escrita por Marina Seresesky y protagonizada por Darío Grandinetti y Mercedes Morán, inicia su rodaje y recorrerá en clave de comedia dramática la historia de una antigua y reconocida pareja de tango que se reencuentra después de muchos años para recorrer el país y retomar su sociedad.
Apoyado también en los papeles secundarios de Jorge Marrale y la española Pastora Vega, el filme comenzará su rodaje el próximo viernes con locaciones en Buenos Aires, Rosario, Mendoza y concluirá a fines de febrero en Madrid.
La coproducción narra la historia de una famosa pareja de tango que se vuelve a reunir después de muchos años para reencauzar la pasión que los llevó a compartir, escenarios, viajes y vida.
La pareja inicia un viaje desde Buenos Aires hasta el pie de la Cordillera de los Andes en busca de respuestas, que los enfrentará a sus recuerdos, miedos y verdaderos deseos.
«La película habla de personajes que, a su manera, van a encontrarse con lo que realmente son. Es una película muy personal porque habla de cosas que me interesan y tocan mucho, de las que suelo hablar en mis otros proyectos, como volver a la esencia», definió Seresesky.
En una rueda de prensa junto al elenco y productores en el hall del Teatro San Martín, la cineasta responsable de «La puerta abierta» (2016) y «Lo nunca visto» (2019), contó que esa temática la interpela, siendo que «hace 24 años que vive en Madrid pero es porteña» y que la película «habla de los argentinos, algo que me interesa mucho».
«Volver acá, porque es la primera vez que voy a rodar en Argentina, y presentar la película en el país es una vuelta increíble; pasar de la idea para el guion a empezar este viaje, que no dudo será muy divertido y placentero», agregó.
En cuanto al elenco que formará parte de la cinta, la cineasta radicada en España destacó que «será una barbaridad ver a estos cuatro actores en escena y poder dirigirlos es un lujo. Ni en mis mejores sueños imaginé poder tener este reparto».
En el comienzo de la historia, Carlos (Grandinetti) argentino radicado en Madrid, disfruta de una segunda oportunidad que le dio la vida y Margarita (Morán) vive en Buenos Aires inmersa en la pobreza y el olvido.
Junto a su inseparable amigo Pichuquito (Marrale), la pareja inicia un viaje por el país en busca de respuestas introspectivas.
La comedia dramática es una coproducción hispano-argentina entre Meridional Producciones (España), Oeste Films (Mendoza), Patagonik y Habitación 1520 (Buenos Aires), junto a El Gato Verde Producciones y Áralan Films (España), Sur Films (Mendoza) y Reina de Pike (Rosario).
El rodaje «va a recorrer todo el país; queremos hacer una película federal, que nace en Buenos Aires, pasa por Rosario y termina en Mendoza», contó Marcelo Ortega, uno de los productores.
La banda musical original estará a cargo del sexteto de jazz Escalandrum, liderado por Daniel Pipi Piazzolla y Nicolás Guerschberg.
«Es un lujo porque cuando escribí una de las escenas, puse un tango de Piazzolla en una de las escenas porque me parecía que era la única manera en la que se podía contar, y que ahora esté en la película el nieto de Piazzolla es otra vuelta de esas que son milagrosas», mencionó Seresesky.
Sobre las pautas musicales que seguirá la cinta, la directora contó que «habrá muchos clásicos» del género y también «va a haber una banda sonora de tango pero con rock and roll» para «tener la potencia de una comedia dramática en la que no solo estará el tango con toda su nostalgia».
Respecto de retomar las actividades actorales tras la pandemia, Morán dijo que «el trabajo nos protege» y reflexionó que «vivimos una época en que estamos mucho más vulnerables a muchas cosas pero es fundamental hacer esta película para volver a filmar y empezar a funcionar, a imaginar el personaje».
«Estoy con un exceso de felicidad, pero rodar ahora con todo lo que está pasando es milagroso, por lo que debemos estar felices de que suceda más allá de cómo», apuntó en la misma línea la guionista y directora del proyecto.
Seresesky añadió sobre el hecho de filmar con las complicaciones a partir de los protocolos por el coronavirus que «la situación no es la mejor y es un momento difícil pero no se puede esperar porque siempre pasa algo, y siempre va a pasar algo, y no sabemos cuánto va a tardar esto».
«Intentamos con todos los protocolos que no suceda nada pero hay que seguir produciendo y hay que seguir haciendo cine porque la gente quiere seguir viéndolo, y es lo que ha hecho durante la pandemia más que cualquier otra cosa», consideró.
La directora enfatizó que «hay que moverse» y resaltó que «los que trabajan de esto no solo quieren, sino que necesitan hacer cine y es su manera de vivir y de expresarse».
«Hay que volver a ponerse en marcha como sea, con mucho cuidado. Es muy complicado y es importante el apoyo de todos, sobre todo de la producción, que hace un esfuerzo tremendo para que suceda. Hay un riesgo que vive con nosotros pero aquí estamos, con ganas y cruzando los dedos», concluyó