Economía

Informe de la UCA: casi el 60% de la población vio caer sus ingresos por la cuarentena


El Observatorio de la Deuda Social detalló que hubo un aumento en la cantidad de hogares que no alcanzan el ingreso para cubrir una canasta básica.

Los ingresos de las familias en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sufren durante las medidas de aislamiento social. Así lo muestra una encuesta realizada por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que detectó que casi el 60% de los hogares experimentó caídas en sus ingresos como resultado del parate económico que generó la pandemia de coronavirus COVID-19 y que casi 1 de cada 5 del total sufrió reducciones de más del 50%.

A poco más de dos meses del decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio, la UCA publicó el informe «Impacto social de las medidas de aislamiento obligatorio por covid-19 en el área metropolitana de Buenos Aires”, resultado de una encuesta telefónica a 500 hogares ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. El análisis concluye que a pesar de que el Estado volcó un paquete de ayuda equivalente al 5,6% del PBI, las medidas paliativas lograron apenas amortiguar el golpe sobre las condiciones socioeconómicas de la población.

“En este contexto, les corresponde a las ciencias sociales preguntarse sobre la plausibilidad de los supuestos, la pertinencia de las medidas, su alcance e impacto, los costos presentes y futuros de las decisiones adoptadas”, cuestiona el reporte.

Golpe a los ingresos

“En el AMBA, el 38,8% de los hogares declaran que los ingresos familiares durante del mes de abril se redujeron hasta un 50%, mientras que para un 18,8% la reducción habría sido mayor al 50%”, señala el informe de la UCA. “En el otro extremo, sólo el 37,1% de los hogares manifiesta que los ingresos no habrían variado, a la vez que un 5,1% declaró haber incrementado los ingresos familiares en el contexto de cuarentena”, agregó.

El impacto del freno a la economía, además, no fue igual para todos. “En el Conurbano Bonaerense, en los hogares pobres en 2019 o sin empleo registrado ni afiliación a la seguridad social y en aquellos con presencia de niños/as se incrementaron en mayor medida la proporción de hogares que habrían sufrido las reducciones más significativas en sus ingresos”, detalló el informe.

El informe, realizado en medio del cierre de una porción importante de las actividades económicas como resultado de las medidas de distanciamiento social, aduce problemas metodológicos para estimar números de pobreza. Esto es porque ante la interrupción en la medición y disponibilidad de precios de bienes y servicios que no se transan durante la cuarentena, la medición de pobreza por ingresos se vuelve difícil.

Es así que la UCA no estima en su informe cómo es que creció la pobreza como resultado del parate económico generado por la crisis sanitaria. Pero, de todas formas, se analiza el porcentaje de adultos con déficit de ingresos en el hogar. Se calcula, para una familia de dos adultos y dos niños, $26.000 de ingreso mensual para alcanzar una Canasta Básica Alimentaria en marzo.

En base a ese parámetro, el informe muestra que el año pasado el 86,5% no tenía déficit contra el 13,5% que sí lo tenía. Este año, el porcentaje que tiene déficit trepó al 29,4%. Es decir, un aumento de casi 16 puntos porcentuales. Se desprende en este punto que hubo un gran flujo entre quienes mejoraron y quienes tienen una situación peor a la del año pasado. Entre los hogares que no tenían déficit en 2019, uno de cada cuatro ahora sí lo tiene. Pero a la vez, entre quienes sí tenían déficit el año pasado, dos de cada cinco salieron de esa situación.

En otro apartado se analiza la inseguridad alimentaria de los hogares. Entre el año pasado y este aumentó del 18,3% al 19,9%. El crecimiento fue mayor entre quienes no eran pobres el año pasado y quienes residen en el conurbano bonaerense.

Infancias vulneradas

Si bien se considera que las infancias y adolescencias no son una de las poblaciones consideradas de riesgo ante el COVID-19, son especialmente vulnerables a la pobreza en todas sus formas y también a las consecuencias de las prolongadas cuarentenas preventivas en nuestros países. No solo afectan las condiciones de subsistencia de los hogares y en el desarrollo humano de las niñas, niños y adolescentes.

La situación general de algunos de los países de la Red ODSAL, como Argentina, Bolivia, Colombia y Perú, previamente a las medidas de aislamiento social ya se caracterizaba por privaciones injustas en el ejercicio de derechos de la infancia y profundas desigualdades sociales. Más específicamente, las condiciones del hábitat de vida en términos de propensión al hacinamiento crítico y el no acceso a agua segura. Estas representan dos carencias especialmente sensibles a los cuidados básicos que exige la actual urgencia en términos de aislamiento e higiene personal.

Otros derechos ya se veían vulnerados en proporciones significativas pre-pandemia como el acceso a la alimentación, salud y educación. La situación de aislamiento social ha afectado muy especialmente el derecho a la educación y de modo profundamente desigual y regresivo para los niños/as más pobres de la región. También en este marco una particular preocupación es la vulnerabilidad de las infancias al maltrato y la violencia intrafamiliar. Por último, se alerta sobre la necesidad de prestar especial atención a los colectivos más vulnerables dentro de infancia, como infancias en situación de calle, migrantes, entre otros.

Los Estados en la región han llevado adelante políticas públicas orientadas a los hogares y especialmente a los hogares con niñas/os en un sentido similar: fortalecimiento de las transferencias de ingresos pre-existentes y programas alimentarios, atención primaria de la salud y, especialmente a la primera infancia, oferta de plataformas y portales educativos pero cuyo acceso está muy condicionado por el acceso a servicio de internet y tecnologías.

Menos generalizadas, y solo en algunos países, se registran ayudas habitacionales orientadas al acceso al agua segura y módulos para ampliar las viviendas temporalmente. Asimismo, asistencia al bienestar y salud mental.

En el marco de los trabajos conjuntos sobre Infancia, representantes de los nodos de la Red ODSAL que contribuyen a estas investigaciones han participado en una actividad conjunta bajo la modalidad de webinar titulada “Infancias y COVID-19: derechos y desigualdades en América Latina” realizada el 10 de junio de 2020.